Por: German Arias
Existen 2 conceptos que debemos entender cuando queremos implantar un proyecto de Business Intelligence, “única Fuente de Verdad” y “múltiples versiones de la verdad” (SSOT y MVOT por sus siglas en ingles), lo que significa de una manera básica que en una organización cada dato debe tener una única fuente, sin embargo, cada área podrá interpretar este mismo dato de distinta forma dependiendo de sus objetivos e intereses, pero en un ambiente coordinado a través de un gobierno de datos transversal.
Dentro de una organización siempre han existido conflictos internos relacionados con el uso que cada área hace de la información, especialmente porque al momento de analizar los resultados, es común encontrar conclusiones contradictorias, por ejemplo entre el área de mercado y el área de finanzas cuando muestran el indicador de ingresos por usuario, donde seguramente para finanzas estará por debajo del valor que le asigne mercadeo.
Esta situación tiene 2 causas, o no existe una única fuente verdad de los datos de usuario e ingresos, o la interpretación que hace cada área de esta “verdad” es distinta. Es posible que a mercadeo solo le interese la facturación por usuario, mientras que a finanzas solo le interesan los ingresos realmente recibidos, lo que al final produce dos informes distintos a pesar de usar las mismas fuentes de información.
Ahora bien, si pudiéramos entender nuestra sociedad como una organización democrática, donde participan empresas, entidades de gobierno, partidos políticos, agremiaciones y ciudadanos (por nombrar solo algunos de los individuos que de manera colectiva o particular forman parte de ésta) encontraríamos que al igual que en cualquier organización, existen conflictos en la manera en que cada participante interpreta la información, o mejor, los datos que convierte en información, lo cual podría ser normal y hasta lógico.
Esta situación no sería grave si pudiéramos contar con única fuente de verdad de cada dato, y entender que cada uno puede usar ese dato de distintas maneras, pero como esto no es factible, muchos de los protagonistas de nuestras política nacional manipulan los datos para “demostrar” su propia verdad, respondiendo solo a sus intereses y no a los intereses de toda la organización, en este caso, de toda la sociedad, aprovechándose de que no todos sus miembros, en especial los ciudadanos, tienen la capacidad de identificar esa “única fuente de verdad”.
Esos políticos, en especial de corte mesiánico y autoritario, quieren hacer valer su verdad a toda costa, pues consideran que su interpretación de la realidad es siempre correcta e irrefutable, por lo tanto siempre encontrarán la manera de interpretar los datos a su favor, protegiendo sus propios intereses y no los de la sociedad en su conjunto.
Creo que es aquí donde radica uno de los más grandes desafíos de nuestra sociedad, de nuestros lideres, y de nosotros como ciudadanos, y es como lograr que esa interpretación de la realidad no solo tenga una única fuente de verdad, sino que responda a los intereses de la organización democrática.
Y esto no significa que exista una única interpretación de la realidad, de hecho la democracia se sustenta en la diferencia, en la existencia de distintos enfoques económicos y de política social, que dan como resultado diferentes tendencias ideológicas. El problema radica en pretender que solo exista una única opción, que es precisamente lo que nos quieren hacer creer quienes defienden los extremos como la salida a los problemas que nos aquejan, una única verdad, o mejor, una única interpretación de la verdad.
Con respecto a este punto, valga decir que el acceso a la información ha fortalecido hasta cierto punto los procesos democráticos en la medida que todos los ciudadanos, independientemente de nuestra situación socioeconómica o tendencia política, tenemos acceso a ella en tiempo real. El problema es que es tal el volumen de información, o mejor, de datos, que terminamos ahogados en un mar de poca profundidad, cuestión que como mencioné anteriormente, es aprovechada para “ganar votos”.
Colombia como organización democrática tiene fracturas profundas, resultado de años de división y polarización que seguramente cada uno interpretará desde su extremo y hará responsable al otro de todos sus males, y es precisamente en este punto donde encontrar esa única fuente de verdad es tan relevante, dado que es la única forma de dar las discusiones necesarias, donde sin sacrificar nuestra ideología, podemos construir desde los argumentos, con información confiable, con la verdad.
Construir una verdadera democracia en el mundo de las redes sociales es una tarea compleja que debe empezar con el compromiso de no manipular la información por parte de todos aquellos que pretendan gobernarnos. Es claro que el anonimato que puebla las redes facilita la violencia verbal, y pretender revertirlo es poco realista, pero lo que si es realista es que los políticos que si tienen cara no caigan en el peligroso facilismo de sustentar sus campañas en ese anonimato, en ese poder dañino de las redes sociales mal usadas.
La verdad es una sola, y puede tener múltiples interpretaciones, por lo tanto es nuestro deber como sociedad buscar su mejor versión para construir una mejor organización democrática y una sociedad más justa.
*Miembro Dirección de Tecnologías de la Información