Detrás de cada avance y de cada genialidad, hay un proceso de innovación. Mientras escribo estas palabras y mientras usted las lee, millones de seres humanos sueñan y trabajan en ideas novedosas que seguramente cambiarán el mundo.
Los descubrimientos que hoy nos parecen cotidianos, fueron el resultado de mentes que se atrevieron a soñar, a pensar distinto.
Las posibilidades de innovar son infinitas. No estoy de acuerdo con aquello de que “todo está inventado”. Más bien nos falta todo por inventar.
Este es uno de los temas que me han llevado a participar en política.
Desde el Estado debemos propiciar las herramientas necesarias para que los ciudadanos puedan materializar sus ideas y todos nos podamos servir de ellas.
Es un hecho que los países que invierten más en innovación, como es el caso de Corea del Sur, el país más innovador del mundo, el cual destina un 4,3% de su PIB, es decir casi 70.000 millones de dólares a la innovación, generan mayor riqueza, pues encuentran mejores formas de hacer las cosas, lo que los hace más competitivos. Situación que dista mucho del escenario en Colombia, en donde según el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT), la inversión en actividades de ciencia, tecnología e innovación solo alcanzan el 0,61% del PIB.
A pesar de la baja inversión en el impulso de la innovación en nuestro país, se pueden vislumbrar algunas iniciativas que dan cuenta de un ánimo creciente por parte de algunos sectores de avanzar en esta materia, como es el caso de LABcapital, el Laboratorio de Innovación para la Gestión Pública de la Veeduría Distrital, que se constituyó para robustecer la colaboración entre ciudadanos y servidores públicos y cocrear soluciones para la calidad de vida en Bogotá.
Convencido de que en la innovación hay una herramienta muy poderosa para transformar y solucionar los retos de lo público, durante estos seis meses como Concejal, mis funciones de control político y de actividad normativa, siempre han tenido presente la necesidad de proponer, desde la innovación, ideas que mejoren la calidad de vida de los bogotanos.
En este sentido, durante la discusión del Plan de Desarrollo de la ciudad, logramos eximir de pico y placa a los vehículos híbridos eléctricos, y apoyamos la creación del Centro Distrital de Ciencia, Tecnología e Innovación, el Laboratorio de Innovación Pública, la creación de la Agencia Analítica de Datos, la creación de la Agencia Distrital para la Educación Superior, la Ciencia y la Tecnología y el Sistema Público de Bicicletas.
Necesitamos pensar en grande, y para ello debemos comprometernos a preparar a los más jóvenes. Sus ideas deben ser importantes para la construcción de ciudad. Esto lo he podido ver de cerca en algunos ejercicios de design thinking que he promovido con grupos de jóvenes para ponernos “A la Altura de Bogotá”, identificar los retos más sensibles de la ciudad y construir conjuntamente alternativas de solución. En estos espacios me he encontrado, por ejemplo, con que los jóvenes están pensando que más allá de lo evidente, la falta de solidaridad y de redes de apoyo comunitario que rompan con la indiferencia en Bogotá, es de lo que más adolecemos, y para lo cual proponen diversos emprendimientos sociales de altísimo compromiso.
Bogotá y sus municipios aledaños, tienen unas fortalezas enormes para desarrollar proyectos y emprendimientos innovadores.
Según datos de la Cámara de Comercio de Bogotá, nuestra ciudad está ranqueada en el sexto lugar dentro de las ciudades inteligentes de la región y estamos en el primer lugar en el Índice Departamental de Competitividad de nuestro país.
Imaginemos por un momento si logramos comprometer al Gobierno Distrital con mayores recursos y una mejor institucionalidad para atender y desarrollar proyectos innovadores. El límite es la imaginación.
Las circunstancias que vivimos hoy, nos están demostrando que el camino es la innovación. La necesidad que tenemos de buscar soluciones juntos. De ser más propositivos y menos reactivos. De poner nuestra creatividad al servicio de los demás.
*Columnista Invitado por la Dirección de Emprendimiento – Concejal de Bogotá.