Mar 1, 2020 | Columnas de Opinión, Gestión de Territorios, Rodrigo Arenas
Por: Rodrigo Arenas
Mucho se habla en Colombia sobre las corridas de toros, la mayor parte de los argumentos desde la emoción y la instrumentalización política que impiden ver la actividad con racionalidad y objetividad. Acá una lista de hechos y verdades que permitirán dar el debate con mayor información:
- Los toros de lidia usados en corridas en Colombia son en promedio 2 años mayores que novillos sacrificados para carne. Inclusive, el toro de corrida puede llegar a ser 3 años mayor que aquellos novillos sacrificados en edad de carne Premium (12 a 24 meses). Recuerden que la terneza de la carne esta, radica, aparte de su maduración, en la edad que tenga la res en su sacrificio.
- A partir de los 4 años, se considera que un bovino como adulto. Edad en la que comenzarán a adquirir cada día un peso contraproducente que les impedirá vivir en buenas condiciones, pues por un lado resultarán ser muy pesados para servir vacas y por el otro serán muy pesados para sus mismas extremidades.
- En países como España, toros lidiados son, en algunas ocasiones, mayores (6 a 7 años) a los lidiados en Colombia, lo que superaría ampliamente la vida promedio de un novillo sacrificado para consumo de carne.
- Una vez superados los 4 años de edad, el novillo pasa a ser un toro y su carne deja de ser tierna, se pone mucho más dura y deja de ser apetecida. En la raza de ganado lidia este aspecto es aún más acelerado, pues los novillos son criados en total libertad y en ocasiones en condiciones geográficas montañosas que fortalecen su masa muscular y por consiguiente deterioran la calidad de su carne para consumo.
- Cada raza bovina tiene un propósito y una razón de ser, algunas son con fin lechero otras con fin cárnico. Por ejemplo, la raza Holstein tiene un propósito netamente lechero y no podemos obligarlos a tener un fin cárnico de un día para otro, pues su naturaleza y genética no responde a esa necesidad. Para el caso puntual del toro de lidia, su propósito no es ni cárnico ni mucho menos lechero y su esencia está en su mismo nombre «la lidia».
- Las condiciones en las que se cría esta raza sobrepasan a las de cualquier otra. En estás ganaderías las vacas no son sometidas a ningún tipo de ordeño, los terneros no son retirados al nacer de su madre, los novillos no están confinados a comer todo el día en un establo, ni encerrados durante largas jornadas en corrales. Esta raza nace, crece y vive toda su vida en completa libertad.
- En Colombia son sacrificadas cada año casi 4 millones de reses para consumo de carne, entre terneros, novillos, vacas y toros, igualmente expuestos a todo tipo de “sufrimiento”, durante su cría, levante (proceso de engorde) y posterior sacrificio. Mientras que, en el mismo periodo no llega a 100 el número de toros adultos sacrificados en “plazas de primera” como Cali, Manizales y Bogotá.
- El sacrificio de éstos 100 toros de lidia adultos, garantiza y protege la existencia de miles de reses (entre terneros, novillos, vacas y toros) y ecosistemas asociados a lo largo de las casi 100 ganaderías de lidia que tiene nuestro país. De prohibirse esta actividad se condenaría al sacrificio a éstas miles de reses que automáticamente perderían su propósito, pues como mencionábamos anteriormente, no servirían para producción de carne ni tampoco para leche.
- En el sin número de proyectos legislativos e iniciativas presentadas para abolir está actividad, no se conoce el primer plan de transición que tendrían al menos las vacas de esta raza a un propósito cárnico o lechero, pues los costos por inseminación o trasplante de embriones serían inmensos e igualmente concluirán en el exterminio genético de la raza.
- En lo que respecta al sacrificio del toro, no existe método más noble y que respete de mejor manera la naturaleza taurina que las corridas de toro. A diferencia de los demás métodos de sacrificio, el toro en corrida muere en edad adulta, embistiendo y con la posibilidad de prolongar unos años más su vida por indulto.
- Los demás métodos de sacrificio bovino permitidos en Colombia y con los que se sacrifican los casi 4 millones de cabezas de ganado al año, no son precisamente los más nobles:
- Aturdimiento: La res es aturdida con pistola de aire (en algunos casos con electricidad) y posteriormente degollada.
- Métodos kosher y halal: La res está plenamente despierta cuando es degollada.
El consumo de carne responde a una tradición adquirida con los años y no se debe realmente a una necesidad del ser humano por consumir proteínas, ya que podría alimentarse de granos e igualmente compensar tal necesidad. Toda cría y sacrificio de animales está provocada por y para el goce del Ser Humano.
12. Además de los tipos de sacrificio mencionados, se suman los largos viajes, incomodidad y estrés al que son sometidas las reses para consumo en Colombia. Basta con visitar plantas de sacrificio como Guadalupe o San Martín en Bogotá, para conocer casos de reses con más de 8 horas de carretera, descargadas en corrales con solo agua y que deberán esperar otras 24 horas para ser sacrificadas. ¿Pasar 32 horas sin alimentación, entre camiones y pequeños corrales, es un sacrificio realmente noble.
13. A los toreros se les conoce también como «matadores de toros” y es entre otras cosas por lo que se les premia. Si el toro no es indultado al final de la faena (El indulto premia la bravura del toro a lo largo de la faena y le permite seguir con vida, se le curan sus heridas y es devuelto a ganadería para terminar sus años como padrote), se procede a sacrificarlo de la manera más rápida y efectiva posible. Si el torero no logra matar al toro de una estocada o demora mucho tiempo en hacerlo, se castiga al torero y se devuelve el toro a los corrales. Una faena dura aproximadamente 25 minutos.
14. Contrario a lo que se cree, para un aficionado taurino no hay nada más importante y que merezca mayor respeto que el toro mismo. El toro se admira, se cuida y se respeta en su misma muerte.
15. Los proyectos de ley e iniciativas presentadas para abolir prácticas taurinas se centran solamente y de manera oportunista en el rejoneo, corridas de toros, novilladas, becerradas y tientas; sin tener en cuenta espectáculos donde el toro también es un elemento central y tienen gran difusión en el país como los toros coleados y disciplinas de rodeo como el team penning (encierro de ganado) específicamente.
16. Se realizan alrededor de 15 corridas de toros al año en las grandes ferias de Colombia (Cali, Manizales, Bogotá), mientras que competencias de coleo y rodeo se realizan casi todos los fines de semana. ¿Por qué los políticos y pseudo animalistas no asocian el coleo, el rodeo y en general la ganadería con maltrato animal y se centran únicamente a las corridas de toros y asociados? Un novillo usado para prácticas de coleo sufre inclusive más que un toro de corrida, pues está expuesto mucho más tiempo a estrés, hambre y maltrato por causa de la “vuelta campana” a la que se ve expuesto en cada salida a la manga. Si esto no fuera poco, el ganado regresa claramente golpeado en sus costillas, columna y rabo, a la finca a continuar con su engorde y posterior sacrificio.
17. Para el caso del team penning suelen ser usados terneros de máximo año y medio de edad, que al igual que el coleo quedan expuestos durante largas jornadas a hambre y estrés.
18. En términos económicos cada temporada genera cerca de 15.000 empleos indirectos y 1.200 directos, entre ganaderías y empresas que se relacionan con el negocio. ¿Cómo se va a garantizar la transición de estas personas, cuya vocación y proyecto de vida ha sido la ganadería de lidia y la fiesta brava?
19. En 2018, tras cinco corridas y una novillada, la Corporación Taurina de Bogotá estimó ganancias de casi 1.445 millones de pesos para la ciudad. Estos recursos fueron invertidos en adecuación y mantenimiento de parques públicos por parte del Distrito.
20. Se estima que un toro de lidia, entre 4 y 5 años, con peso promedio de 550kg puede llegar a costar 10 veces más que una res vendida para consumo de carne.
Argumentos en contra de la prohibición de las corridas de toros pueden darse desde la orilla técnica, ganadera, económica e incluso cultural, sin embargo, la razón más contundente debería ser la no intervención del Estado/Gobierno como agente prohibicionista de la actividad, principalmente porque desencadenaría un gravísimo precedente que podría acabar con todas las industrias ganaderas del país de carácter cárnico, lechero y deportivo, no solo en el ámbito bovino, sino también en el porcino, ovino, equino y pesquero, ya que la misma naturaleza de todo sector ganadero y general de cualquier relación con animales implica manipulación, transporte, sobreexposición, retirarlos de su hábitat natural, hambre, estrés, entre otros.
*Miembro de número de la dirección de gestión de territorios
Dic 1, 2019 | Columnas de Opinión, Gestión de Territorios, Rodrigo Arenas
Por: Rodrigo Arenas
@RodrigoArenasM
El fenómeno de los colados en Transmilenio (TM) se ha convertido en un constante caos para las administraciones distritales y, en general, para el funcionamiento mismo del transporte público bogotano. El gran problema que representa para la seguridad y, en especial para las finanzas del sistema, lo convierte en un tema prioritario para el Distrito pero a su vez en una coyuntura ideal para la anhelada evolución de nuestro sistema de transporte masivo.
Es pertinente que el Distrito continúe aplicando sanciones económicas ejemplares y reforzando las barreras de seguridad en las estaciones. No podemos permitir más casos de violencia en las estaciones que generen consecuencias como el asesinato del funcionario de Recaudo Bogotá Leonardo Licht en 2017. Sin embargo, los esfuerzos no deben detenerse allí, también es pertinente trabajar y analizar el problema como un tema socioeconómico.
Un reciente estudio de la Universidad Nacional dio a conocer que cada 384.000 personas evaden el pago en el SITP [el 15,36% del total de viajes que se realizan a diario (2’500.000)]. El mismo estudio, realizó la caracterización de los colados, identificando seis tipos de ciudadanos que acceden de manera indebida al sistema: Quien accede por oportunidad, por inconformidad, por influencia, por necesidad económica, por costumbre y migrantes nacionales y extranjeros.
La actual gerente de Transmilenio, María Consuelo Araujo, asegura que la empresa invierte cerca de 63.000 millones de pesos al año en la implementación de programas y medidas anticolados. Entre las principales medidas, se resalta la adopción de barreras de control de acceso, puertas anticolados, imposición de comparendos, vigilancia e inclusive la utilización de perros para persuadir a los ciudadanos a no colarse.
Las estrategias se focalizan en el control de acceso y castigo, pero no desde una orilla de incentivos, mejora en la calidad del servicio y trato al usuario. Ante esta difícil situación y considerando cada problema como una oportunidad de mejora, se presentan cinco alternativas para usar fenómeno de colados como la coyuntura perfecta para mejorar todo el sistema:
- Diferenciación tarifaria y modelos de inscripción al sistema
Es justamente el déficit financiero en el que puede entrar el sistema, el que nos obliga a dimensionar la gravedad del problema. Según las cifras de colados presentadas por la Universidad Nacional, serían aproximadamente 1.000 millones de pesos diarios los que deja de percibir el sistema, (esta cifra alcanza para comprar un bus de TM articulado diario, o en un año, para construir 2 hospitales, 4 colegios o para haber pagado gran parte del proyecto de Cable Aéreo en Ciudad Bolívar).
No se comprende cómo no se han implementado tarifas diferenciales e inscripciones por mes, semestre o año, a un costo menor soportado en un ingreso anticipado. A grandes rasgos y a modo de ejemplo, se podría pensar en desarrollar el siguiente modelo tarifario ya desarrollado en otras capitales del mundo como París y Londres:
- Adultos: Tarifa plena, únicamente con incentivo en precio a quienes se inscriban y paguen mensualidad, semestre o año. La tarifa mensual no podría exceder valor de auxilio de transporte.
- Estudiantes (Instituciones públicas o privadas): Reducción en la tarifa, sustentada con el carnet vigente de su institución.
Igualmente, estudiantes podrán inscribirse semestralmente o anualmente en sistema con tarifa especial con sus respectivas matrículas vigentes.
- Niños: Menores de 3 años exentos y menores de 10 años con reducción en tarifa y posibilidad de inscripción mes, semestre o año.
- Tercera edad: Mayores de 65, reducción en tarifa y posibilidad de inscripción mes, semestre o año.
- Persona en condición de discapacidad: Reducción en tarifa y posibilidad de inscripción mes, semestre o año.
- Evolución de los sistemas de pago.
Es momento que los sistemas de pago evolucionen y puedan ofrecer otras alternativas que permitan descongestión en estaciones y facilidad para los usuarios de TM y SITP. Esta solución la abordamos en una columna publicada anteriormente en el Tanque, titulada “¿Quién me vende un pasaje?” en donde propusimos aumentar los lugares de recarga, los medios de pago y habilitar canales digitales para realizar la misma.
Quienes trabajan hasta tarde, los que deciden salir de fiesta o los que realizan cualquier otro tipo de actividad y vuelven a sus casas después de medianoche, están condenados a movilizarse en carro particular, taxi o Uber sin la posibilidad de tener acceso a rutas nocturnas de TM y SITP, que puedan funcionar a modo de ruta fácil. Una ciudad cosmopolita como Bogotá, debe iniciar a dar pasos hacia los servicios 24 horas, empezar con su movilidad sería un gran acierto.
- Rediseño de estaciones y paraderos.
Las estaciones hoy en día no brindan un espacio amigable con el usuario. Es común verlas llenas de gente sin espacio incluso para salir o entrar de ellas. Deben rediseñarse y acoplarse a la demanda actual de usuarios, con más espacio, más canecas de basura, apertura al comercio formal en grandes estaciones y portales (esto da la posibilidad de obtener ingresos adicionales), lugares donde sentarse, baños públicos y mejores accesos para usuarios y sobre todo personas en condición de discapacidad.
Igualmente, la información de rutas y frecuencias en tiempo real debe ser suministrada tanto en paraderos de SITP como en estaciones TM. Actualmente, se está implementando un piloto en carrera 11 entre Calles 100 y 82, con pantallas informativas sobre frecuencias y rutas de SITP, sin embargo, la gran mayoría paraderos y de estaciones no ofrecen tiempos de espera o mapas de las rutas lo que ocasiona incertidumbre y desconocimiento del sistema para nuevos usuarios.
- Reorganización de rutas y frecuencias.
Urge reorganizar las rutas y las frecuencias tanto de TM como del SITP ya que en la ciudad existen diversos puntos en donde se presenta una sobre oferta con rutas muy similares entre buses azules, naranjas o SITP provisionales; por el contrario otros puntos de gran afluencia en la ciudad carecen de una frecuencia adecuada para satisfacer la demanda.
*Miembro de número de la Dirección de Gestión de Territorios del Tanque de Pensamiento AlCentro.
Noviembre, 2019.
Sep 29, 2019 | Columnas de Opinión, Rodrigo Arenas
Por: Rodrigo Arenas Mayaudon*
@Rodrigoarenasm
8:00am Inicio mi recorrido en la calle 93 con carrera 10. Camino hacia la calle 95 con carrera 11, lugar donde hay un local comercial que realiza recargas Tullave y el más cercano a la estación de la carrera 7, donde puedo tomar el autobús L82.
8:07am Llego al local para realizar la recarga, sin embargo, me informan que máquina con la que se hace este procedimiento fue retirada. De nuevo salgo, camino hacia la calle 90 con carrera 11 en búsqueda de un punto “Paga Todo” con el mismo objetivo: abastecer mi tarjeta de un pasaje de Transmilenio.
8:15am Luego de caminar 5 cuadras más, llego al siguiente local en la calle 90 con carrera 11, el cual tampoco tiene recargas en el momento. Por último, busco la opción de recarga en mi celular y me entero que los cajeros Servibanca realizan recargas. ¡Haberlo sabido antes!
8:21am Llego al cajero Servibanca más cercano y realizo recarga de $10.000 pesos con una tarjeta del banco BBVA. La transacción tiene un costo de $5.000 pesos, por lo que termino cancelando $15.000 pesos.
8:30am Llego a la estación carrera 7 con calle 94, espero la ruta con la incertidumbre de saber a qué horas pasará.
Fig.1 (Intervención propia, mapa puntos de recarga Tullave).
Esta situación, aunque parezca exagerada, la pueden llegar a vivir los cerca de 1 millón de usuarios diarios del Sistema Integrado de Transporte (Sitp) en lo que sería un mal día para el servicio de recargas de tarjeta Tullave.
Ya son casi 5 años desde que se pudo articular el sistema de recaudo de servicio Sitp en torno a la tarjeta Tullave y aún los bogotanos se confunden y padecen constantes fallas. Algunas de esas, asociadas a una implementación desconectada del comportamiento habitual de los ciudadanos y sobre todo, de las tendencias tecnológicas usadas alrededor del mundo en materia de transporte público.
El pago en el Sitp puede realizarse a través de la tarjeta Tullave, tarjetas bancarias de entidades financieras como Davivienda, Colpatria y/o Bancolombia (aunque con límite de $10.000 pesos diarios) y con carnet universitario de unas pocas instituciones que han logrado realizar acuerdos pese a ser grandes usuarios del sistema.
Según la empresa Recaudo Bogotá (que se encarga de recibir el dinero de los pasajes), las tarjetas Tullave se pueden recargar en cualquiera de las 138 estaciones de Transmilenio que hay en Bogotá, en los 9 portales, o en los más de 2.000 puntos de recarga en establecimientos “PagaTodo” distribuidos en las 20 localidades de Bogotá. Además de otros cientos de cajeros Servibanca y locales comerciales que prestan el servicio de recarga ajustados a determinados costos, horarios y disponibilidad del sistema.
En teoría y con las cifras mencionadas, se creería que la cobertura para realización de recargas estaría bien distribuida y cubierta en toda la ciudad, pero la realidad y el diario vivir de los bogotanos refleja otra situación.
Una encuesta realizada a distintos usuarios del sistema de Transmilenio o Sitp, encontró que más del 40% de ciudadanos encuentra lugares de recarga entre 0 y 500 metros de su paradero, mientras que un 48% manifestó que deben recargar a 500 o 1000 metros de su paradero habitual.
Este resultado demuestra que, si bien hay una gran cantidad de usuarios de Transmilenio que pueden recargar en la misma estación donde utilizan el sistema, hay otro gran porcentaje que debe realizar largos desplazamientos para recargar pasaje a parte del desplazamiento habitual para llegar a su paradero habitual, como demuestra la fig. 1 y 2.
Fig.2 Encuesta propia
Asimismo, los usuarios manifiestan que en ciertos sectores de la ciudad el problema no solo radica en la ausencia de lugares de recarga, sino en los horarios de apertura de los mismos.
Por ejemplo, en los barrios Modelo y José Joaquín Vargas en la Localidad de Barrios Unidos, manifiestan que “el mayor problema que tenemos las personas de este sector para recargar la tarjeta tu llave, no es que el punto de recarga este lejos, es el horario del establecimiento que lo hace. La mayoría de las personas salen a sus actividades diarias antes de las 8am y estos locales abren entre 8:30 am y 9:00 am (…) Igualmente, pasa constantemente que en la noche cuando se va a recargar, los establecimientos no tienen recarga, o se les acabaron y se debe ir al otro barrio para buscar otro Paga Todo.»
Esta situación ocasiona retrasos y molestias en la ciudadanía que, junto a las demás circunstancias negativas que presenta el sistema como la inseguridad, incomodidad y sobre todo la incertidumbre de frecuencias; constituyen incentivos para el uso del automóvil o la motocicleta.
En la encuesta de percepción ciudadana 2018, Bogotá Cómo Vamos evidenció que en el periodo 2017 – 2018, hubo una disminución de usuarios de Transmilenio y Sitp, de 2% en ambas modalidades, mientras que el uso del vehículo particular durante el mismo periodo aumentó 5%. Adicionalmente, Bogotá Cómo Vamos, logró comprobar que la satisfacción de los usuarios con Transmilenio y Sitp, disminuyó 6% y 7% respectivamente durante la misma evaluación 2017 – 2018.
Pese a que esta disminución de uso e insatisfacción no responde únicamente a la ausencia masiva de medios de recarga, solucionar esta problemática -que también logramos constatar por medio de una encuesta propia-, sí podría considerarse como opción de mejora en el corto plazo ante las quejas recurrentes de los usuarios.
Fig.3 Encuesta propia
Extraña por esto, que hoy el sistema de recaudo en Bogotá, no sea un sistema realmente masivo y diverso con múltiples formas de recarga de pasajes como por ejemplo aplicaciones móviles, pagos en línea, masificación en supermercados, corresponsales bancarios, tiendas de barrio, entre otros asociados medios transaccionales que hoy en día están alcance del ciudadano.
En este mismo sentido, se sugiere también tener en cuenta el contexto sociodemográfico de la población bogotana y contemplarse la opción de pago en efectivo de pasajes unitarios directamente en el autobús, considerando un valor un poco más elevado con el propósito de incentivar el hábito de recarga previa, pero que facilite el pago a quien en su momento no disponga de dinero para realizar una recarga.
Imposibilitar el pago en efectivo, mientras no exista un sistema realmente masivo de recarga es contraproducente y desincentiva el uso de transporte público. Inclusive, el impedir pago en efectivo puede ser uno de los principales detonantes de la desorganización de frecuencias y del déficit financiero que hoy vive el sistema integrado de transporte público de Bogotá.
Ante la necesidad de acceder al servicio, usuarios que no cuentan con recarga en Tullave se ven en la obligación de adquirir pasajes a revendedores, los cuales se ubican en las paradas de autobús y aprovechan esta situación para ofrecer los pasajes gratuitos de transbordo que otorgan las tarjetas personalizadas Tullave.
Según recaudo Bogotá, el 13% de los viajes diarios se realiza en esta modalidad de reventa, que consiste básicamente en:
- El revendedor vende un primer pasaje ($2.200, algunos lo ofrecen a $2.000 o menos).
- Antes de 95 minutos venden los dos transbordos ($2.200 x 2) a los que tiene derecho esa misma tarjeta por $0 pesos en rutas distintas.
- En el sistema queda registrado un solo pasajero, pero en realidad son dos adicionales de los que no se tiene ningún tipo de trazabilidad y de los que no se recibió ningún pago y representa al día cientos de millones de pesos perdidos.
Fuente: Publimetro.co
Para algunos usuarios será un momento de suerte contar en el paradero con un revendedor de pasajes, no obstante, en otros casos no se presenta ninguna posibilidad de recarga y se debe acudir a la célebre frase “¿Quién me vende un pasaje?” al ingresar al autobús, con la esperanza de que algún ciudadano preste su tarjeta.
“Algunas veces los conductores del SITP han dejado pasar las personas sin validar pasaje, no porque no tengan dinero para pagar o quieran ser colados, ven el desespero de la gente, porque no les venden un pasaje dentro del bus y no hay donde recargar”, manifiestan usuarios del sistema, cuando en horas de la mañana no encontraron puntos de recarga abiertos en su barrio.
Dar solución a los múltiples problemas que vive hoy el Sitp, demanda de una gran reforma estructural del sistema, no obstante, como respuesta efectiva en el corto plazo, se podría empezar con la masificación de puntos y medios de pago, dado que el auge de las nuevas tecnologías y la cuarta revolución industrial permitirían que los cambios en infraestructura física fuesen mínimos y al contrario la restructuración se hiciera de manera digital con mecanismos ya existentes y usados de manera cotidiana en otros países.
Nota final: Bogotá se ha convertido en el primer destino turístico de Colombia, el octavo destino de América Latina y según revista Forbes la capital colombiana podría convertirse en el primer destino sudamericano. ¿Alguien se ha preguntado lo difícil que puede llegar a ser para un turista acceder al servicio del Sitp o de Transmilenio?
*Columnista Invitado de Tanque de Pensamiento Al Centro