Proyectos energéticos: Estrategia de reactivación económica
Por: Javier León
Bien lo resaltaba el profesor Carlos Gustavo Cano[i] en clase de Análisis de Entorno Económico, cuando mencionaba los Tres ejes a saber: “la contraciclicidad, la anticipación y la comunicación.”
- Contraciclidad: Es necesario ir un paso adelante de la corriente, con el objeto de mitigar impactos por variaciones del ciclo económico.
- Anticipación: No actuar a tiempo y reaccionar tardíamente constituyen las más graves amenazas contra la economía y de la sociedad.
- Comunicación: Es vital mantener un flujo de información directo y transparente con todos los involucrados, partiendo de un ejercicio pedagógico que permita controlar las expectativas y mantenerlas en la realidad.
Basado en estos conceptos que permanecen en mí y en posteriores discusiones sobre esta enseñanza, plasmo en esta columna algunas ideas de cómo las inversiones en proyectos energéticos potencializan la reactivación económica del país. Unas a corto plazo, de acuerdo con las inyecciones financieras que sean necesarias en cada uno de los eslabones de la cadena de valor; y otras a mediano plazo que respalden las necesidades energéticas, fiscales y sociales hacia una transición energética, basada en el beneficio económico y ambiental. Es cierto, no existe un solo camino, se debe lograr un modelo integral, como ya hemos abordado en pasadas columnas.
De acuerdo al objetivo propuesto, de aumentar la cobertura eléctrica, es justo trabajar analizando la demanda, con el fin de comprender su distribución geográfica y cantidad, a la vez de implementar talleres de eficiencia energética. Luego, se hace necesario estructurar las inversiones requeridas con la meta puesta en suplir esa demanda proyectada. Por tanto, en el diseño de fuentes de generación deberán prevalecer las propuestas que minimicen el impacto al medio ambiente, haciéndose prioritario abanderar energías renovables, la construcción de parques eólicos y solares.
Con la intención de ejecutar estas inversiones, es fundamental la atracción de capital financiero, doméstico e internacional, estructurando proyectos, de acuerdo a los requisitos de la banca internacional de desarrollo y a iniciativas que giran alrededor del Tratado de Paris, del cual Colombia hace parte. Indudablemente en el mundo hay una gran cantidad de dinero esperando a ser utilizado para mitigar el impacto del cambio climático, hace falta atraerlo y volverlo útil en el desarrollo de esta nación.
Por otro lado, para poder aumentar y mantener la producción de petróleo y gas, es relevante trabajar a corto plazo, logrando eficiencia operativa y financiera en la cadena de valor de exploración, producción, transporte, refinación y comercialización, teniendo a Ecopetrol como ente ejecutor y a la Agencia Nacional de Hidrocarburos – ANH como ente rector.
Es importante trabajar, en paralelo, en nuevos descubrimientos, en búsqueda de aumentar la vida media de las reservas y por igual, no descuidar o perder los niveles de producción en campos maduros.
Con la mirada puesta en atraer mayor cantidad de inversionistas, es requisito ofrecer rentabilidad sobre sus capitales empleados, reducir los costos de operación, transporte y energía, así como mejorar los tiempos invertidos en los procesos de consulta previa para la consecución de licencias sociales y ambientales.
Se debe continuar trabajando en los yacimientos no convencionales (YNC), dando inicio a las pruebas piloto de Fracking; en simultánea es vital complementar el estudio presentado por el Comité de Expertos, con el objeto de lograr un análisis de exploración, explotación y abandono, el cual derive en un completo compendio y entendimiento de los riesgos. Hay que señalar que, en algunos puntos del estudio mencionado, se exponen dificultades y opciones de mejora, las cuales no son exclusivas de los YNC, sino que corresponden a la industria en general, por lo que esta tecnología no debería ser castigada.
En concordancia con el crecimiento sostenible, que se propone el país, se requiere de tecnología que permita disminuir las emisiones de gases efecto invernadero, ajustada ésta a los estándares internacionales y que las refinerías entreguen productos que vayan de acuerdo a la nueva normatividad, siendo así más competitivos en el mercado. De hecho, algunos compradores ya están analizando no sólo el producto refinado o crudo que se vende, sino el proceso aprovechado para su obtención, lo cual está determinando alianzas y beneficios en contratos.
Ahora bien, existe un beneficio potencial sí se aprovecha el conocimiento de la comunidad, de cada zona de influencia de los proyectos, lo cual redunda en la detección temprana de posibles conflictos, aumentando así la legitimidad de las decisiones acordadas. Ello se logra basándose en un modelo de educación participativo, talleres personalizados y un seguimiento riguroso.[ii]
Esta reflexión se escribió asociando conceptos de la premisa “Producir Conservando y Conservar Produciendo”, la cual hace parte del Pacto por la Sostenibilidad del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022. En consecuencia, se concluye que para lograr los objetivos de una reactivación económica y, al tiempo, no desatender la finalidad propuesta de fortalecer la respuesta a la amenaza del cambio climático, se deben aumentar los estándares sociales, técnicos y ambientales, en garantía de un desarrollo energético integral.
Los proyectos de desarrollo integral energético hacen parte de las muchas estrategias que son obligación acelerar hacia una verdadera reactivación de la economía de una forma resiliente y sostenible. Debemos balancear los beneficios económicos de la industria minero energética con un crecimiento basado en energías renovables, siempre enfocando esfuerzos en eficiencia energética y disminución de la demanda.
[i] Profesor Carlos Gustavo Cano, Exministro de Agricultura, Excodirector del Banco de la República, Profesor de Maestría de Finanzas Corporativas en el CESA.
[ii] Bonilla, D., & León, J. (2018). Gestión Participativa de Recursos. PRM – Columbia SIPA, New York.
*Miembro Dirección de Transformación Energética