¿Por qué es necesario flexibilizar las normas laborales para la reactivación económica del país?

¿Por qué es necesario flexibilizar las normas laborales para la reactivación económica del país?

David Rojas, miembro de la dirección de Asuntos Públicos, analiza ¿Por qué es necesario flexibilizar las normas laborales para la reactivación económica del país?

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¿Por qué es necesario flexibilizar las normas laborales para la reactivación económica del país?

Millennials Engagement y lo FIGITAL

Por: Fabián Sampayo

Baby boomer, generación X, Millennials, Centennials, todas son etiquetas que podrían decirnos si una persona es más acorde o no a ciertas tecnologías, sin embargo, la mirada que tiene Ana Sarmiento sobre esto es totalmente disruptiva. Si bien las generaciones nos permiten hacer una “clasificación” por edad no necesariamente debemos asociarlas a una “deficiencia” o “suficiencia” de una persona. El 2020 ha sido un año de cambios radicales y uno de ellos es que trajo lo que el filósofo Zygmunt Bauman denomina la modernidad líquida: una realidad donde el cambio es constante provocando que la identidad individual y social se flexibilicen durante todo el tiempo de vida que tenemos. Bauman menciona que la búsqueda de la identidad es una tarea vital de cualquier individuo y en sus artículos expone una metáfora sobre asociarlas a una costra volcánica, donde pueden tomar muchas formas si se aplica la temperatura correcta. Esta modernidad líquida se vive en un mundo que denomino FIGITAL: lo físico y lo digital juntos, lo presencial y lo remoto definiendo una nueva manera de interactuar.

Ana Sarmiento también nos expone en su manifiesto 7 elementos para vivir esta modernidad líquida. Exploremos cada uno y la interpretación que nos permitió obtener al escucharla:

  1. El trabajo no debe convertirte en algo que no eres, sino en un canal para aportar lo mejor de ti. Aquí la generación Millennial ha hecho un gran proceso al reestablecer esta nueva concepción, ahora ya no será el objetivo de unos jóvenes entre 25 y 40 años. Esta será la nueva definición de “TRABAJO”.
  2. Creo que la diversidad es la mejor forma de enriquecer la vida y el trabajo. El ser consciente que vivimos en mundos interpretativos nos permite obtener puntos de vista diferentes sobre un proyecto o actividad a desarrollar de tal manera que iteremos y mejoremos siempre nuestro producto o servicio.
  3. Debemos aprender a valorar lo que nos hace diferentes y potenciar nuestros talentos. En la diferencia radica la verdadera riqueza, tener en un espacio diferentes generaciones implica tener diferentes pensamientos, lo cual conlleva a diferentes acciones y a generar un ecosistema fructífero para innovar.
  4. Las empresas del futuro son un espacio para realizarnos como personas. Cada vez la palabra propósito de vida hace parte del lenguaje de las personas y de las organizaciones, aquella empresa que comprenda esto y realice esfuerzos enfocados a detonar el potencial de sus colaboradores generará una disrupción de talentos. Un ejemplo en el continente asiático es el trabajo que viene realizando Haier Group, donde se declaran ser un ecosistema de emprendedores, parte de su misión es conectar a los colaboradores con un cliente. En otras palabras, conectar un talento con una necesidad.
  5. La experiencia del trabajador se construye todos los días y en todos los rincones de la empresa. La verdadera cultura se ve en la cafetería, en los baños, en los pasillos, en las conversaciones naturales que surgen en el día a día de un colaborador. Si quieres entender tu organización pasa tiempo en el GEMBA, el lugar donde pasan las cosas.
  6. Prometer una experiencia y no cumplirla trae mal karma. Hoy el poder de las redes sociales hace que cualquier organización que incumpla una promesa a su cliente o a su empleado interno se haga visible en cuestión de minutos en el ecosistema local y en solo horas será visible en el ecosistema global. Vivimos con un consumidor llamado PROSUMIDOR que produce y genera contenido a la medida que recibe feedback del propio sistema, por lo que es mejor cumplir lo que prometes.
  7. Debemos construir el futuro respetando el trabajo de las personas que llegaron antes que nosotros. La experiencia tiene un valor y el millennial o cualquier generación venidera debe comprenderla para no repetir los mismos errores. Un gran amigo mío Diego Tovar menciona un concepto sobre CANAS con G, y es la experiencia de los que llegaron antes con la energía de los que están llegando, en sus palabras Diego dice “Canas de experiencia con ganas de juventud”.

Seguiremos hablando de millennials, centennials, baby boomers, generación X y así sucesivamente, pero siempre debemos recordar que estas etiquetas no deben servir para hacer un juicio sobre las competencias que una persona pueda tener. La modernidad líquida ha hecho visible que la tecnología es fundamental para seguir en nuestra evolución como humanos, sin embargo, el COVID 19 nos ha hecho visible que somos humanos y que siempre tendremos una historia que contar desde la resiliencia.

*Miembro Dirección de Emprendimiento

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Panorama económico de Colombia y el mundo para el 2021

Sebastián Trujillo, Director de Asuntos OCDE y Economía Internacional, nos comparte su nueva video columna donde analiza el «Panorama económico de Colombia y el mundo en el 2021»

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#SoluciónAlAgroYa

Por: Manuel Riaño

Hace unos meses escribí una columna en donde resaltaba la éxito de los “mercatones” organizados por la Alcaldía de Bogotá y las Gobernaciones de Cundinamarca y Boyacá (https://www.alcentro.co/por-mas-mercatones-y-mas-apoyo-especializado-para-nuestros-heroes-campesinos/). Una iniciativa coordinada que permitió generar un “alza del 155% para el pago a los campesinos, un incremento del 400% de utilidad para ellos y la reducción de un 10% en los precios para el consumidor”. Un productor de papa de Zipaquirá, durante el evento de cierre manifestó que la iniciativa le permitió vender a dos veces más el precio que estaba vendiendo antes. Probablemente ese mismo productor de papá salió en televisión hace unos días a quejarse de las enormes gabelas a los productos importados en detrimento de los productores locales. Fue triste ver la imagen de nuestros campesinos prácticamente regalando su producto en las bermas de las carreteras. 

Pasó la euforia de los #mercatones y, como también lo expuse, era una estrategia interesante pero insostenible para una entidad estatal sin experiencia ni capacidad logística para mantener semejante operación. Claramente una lluvia refrescante para muchos productores, pero sin una solución de fondo ni sostenible. 

El pasado fin de semana de mediados de noviembre vi y sentí de nuevo con mucha euforia el #papatón. Esfuerzo loable del sector público regional por visibilizar la problemática y por poner de nuevo vis-a-vis al productor campesino con el cliente final.  Muchos empresarios se metieron la mano al dril también para poner su granito de arena y comprar la papa a precio de oferta para entregarla a los más vulnerables. Otro éxito mediático con resultados buenos pero muy efímeros para los productores, algo de farándula política y muchas fotos para mostrar que los campesinos nos importan. 

Sin embargo, como todo en las redes sociales, estos retos pasan rápido y llegarán otras preocupaciones más mediáticas que ocupen titulares y se lleven nuestra atención. Seguramente y por supuesto bien lo valen, las preocupaciones y acciones de la sociedad alrededor de las inundaciones que este año han puesto de manifiesto, una vez más como cada año, la fragilidad de nuestra infraestructura vial y la mediocre preparación y planificación que tenemos en gestión de riesgos y desastres. 

Antes de comenzar el #papatón, leí varios artículos de octubre de este año que hablaban sobre la tragedia del maíz en Córdoba: 20 mil toneladas de maíz recogidas en la reciente cosecha y que no habían podido ser comercializadas debido a los precios bajos que ofrecían los compradores. Los agricultores exigen lo mismo de los otros productos: mayores aranceles para el producto importado, subsidios al producto local, garantías para la siembra y comercialización. 

En el Meta el problema viene de la mano de la yuca y la guayaba. La crisis viene desde antes de 2018 dicen representantes de dignidad agropecuaria. El precio al que pagan el bulto ha caído a la mitad, así no le cuadran las cuentas a ningún productor. La coyuntura por la emergencia de salud solo agudizó y profundizó la crisis de los campesinos de esta región. En el Putumayo la problemática se habla en clave de plátano, maíz blanco y fríjol. El #BuenaPapa es no es tan pegadizo si usamos los otros productos. 

Es menester pues que el gobierno nacional no dependa de la solidaridad de los compatriotas, que sabemos unirnos en las malas, y se comprometa con soluciones de mediano y largo plazo con los productores. La propuesta de la Gobernación de Cundinamarca de fortalecer las Centrales Campesinas y la constitución de una Agencia Comercial que permita acercar al gran comprador con el pequeño productor, disminuyendo o eliminando la intermediación, es una idea que bien valdría la pena llevarse a nivel nacional. 

El gobierno nacional debe comprometerse y pasar del discurso a la acción a la hora de potencializar las actividades productivas del campo, esto es, que los campesinos logren mayores ingresos y accedan a más oportunidades a partir de la transformación de sus productos, de mejoras en la infraestructura vial, de la apertura de mercados a través de la especialización productiva y de mejoras en la competitividad tecnológica.  

Es hora de evaluar los subsidios locales a la luz de los alivios en aranceles al producto importado y como se fortalece el eslabón de la comercialización. La coyuntura dejó en evidencia igualmente, que es hora de llevar a cabo acciones que mejoren la postcosecha en el país. Planes para mejorar las herramientas y generar incentivos para el secamiento y almacenaje de los productos, son necesarios urgentemente. #SoluciónAlAgroYa

*Director Temático del Departamento de Cundinamarca

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A 4 años del Acuerdo de la Habana, la agenda política que esperanza a Colombia: es la Paz.

Por: Jorge Forero

“Que sólo un pueblo escéptico sobre la fiesta de la guerra, maduro para el conflicto, es un pueblo maduro para la paz” Estanislao Zuleta

El camino para la construcción de paz en los 200 años de vida republicana en Colombia se encuentra atravesado por el anhelo tropical del consolidar un Estado-Nación, que bien podría ser plurinacional como se viene construyendo en Bolivia, por la gran diversidad étnica, territorial y de pueblos que existe en el país. Los contenidos del Acuerdo de Paz que culminaron en 2016, reflejan los límites de la democracia colombiana y la incapacidad de las élites de hacer cumplir la Constitución Política que rige el país, derivada precisamente de otro acuerdo de Paz en Colombia, el que se dio en su momento con el M19, el Quintín Lame y parte del EPL.

Del ultimo conflicto armado, el que derivó de violencia bipartidista y los límites a la consolidación de la agenda democrática de corte socialista liberal que inspiraba Jorge Eliecer Gaitán y la posterior conformación de las guerrillas de las FARC-EP y el ELN , aún no nos recuperamos. Que hace 4 años por una pequeña diferencia el plebiscito sobre el Acuerdo de Paz de la Habana se hubiera perdido en medio de una campaña de mentiras, temor y desprestigio de lo acordado, liderada por el hoy partido de gobierno y del jefe de estado, reflejó los miedos de millones de colombianas/as a pensar, sentir y soñar que la paz sí es posible. La gran lección la dieron las víctimas y los territorios más afectados por la guerra que masívamente votaron por el Sí, empujando la esperanza.

Ahora bien, el impulso que se dio a seguir con lo acordado, luego de las movilizaciones masivas a nivel nacional e internacional, incluyendo la de las nuevas ciudadanías, los movimiento sociales, la comunidad internacional y especialmente la de jóvenes soñadores con otra Colombia posible, fue fundamental. También lo fue la decisión política de incluir las propuestas de modificaciones de quienes se abanderaron la victoria del NO en el plebiscito, y que derivo en la firma del Acuerdo Final de Paz del 24 de noviembre de 2016 en Bogotá.

Este hecho político a favor de limitar la narrativa de la guerra, de volver a hablar de paz y de impulsar una mirada integral a los territorios más afectados por la guerra, de parar los fusiles y humanizar los rostros de los alzados en armas, de los hospitales militares libres de amputados y heridos de guerra y de la tranquilidad de sus familias, inspiro en los primeros 2 años de la firma muchos cambios. Las elecciones de 2018 al Congreso demostraron apertura política con la elección de una importante bancada multipartidista a favor de la agenda de paz, así como las presidenciales disputaron una alternativa a las élites, que finalmente juntaron sus maquinarias con la elección de Duque. Luego las elecciones regionales de 2019 consolidaron esa mirada hacia una agenda de paz con justicia social y en las más importantes ciudades capitales y en varios departamentos y alcaldías, ganaron candidaturas alternativas.

Si bien, la agenda para la implementación que firmó Santos estaba ya débil y no se construyeron bases sólidas, en especial en materia de financiación y de nueva arquitectura institucional para la paz, claramente con la llegada de Duque y el Uribismo la implementación de lo acordado quedó aún más desfinanciada y sin prioridad. La incapacidad de Duque de resolver la violencia en los territorios más afectados por la guerra, su agenda ultra conservadora y el tratamiento a la diferencia política y la protesta social, tiene el anhelo de paz en su peor momento. 

Inspira sin embargo, la gran movilización social y popular a favor de la implementación de lo acordado en 2016, de más y mejor educación como las del 21N del año pasado, de la MINGA y el encuentro con nuestra identidad indígena, campesina, negra, manifestaciones que han dejado un mensaje de cambio sembrado. Es importante la solidaridad y rechazo de la muerte de los líderes sociales por parte de los medios masivos de comunicación, que va haciendo posible salir de la fiesta de la narrativa de la guerra, y alegran los ojos bien abiertos y exigencia al cumplimiento de lo acordado del Sistema de Naciones Unidas incluyendo su Consejo de Seguridad y de todas las embajadas en el país. Inspira el trabajo de la Comisión de la Verdad, de la Justicia Especial para la Paz y de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas, que a pesar de los ataques, esta haciendo un trabajo con y para las víctimas. Pequeños grandes pasos para la reconciliación del país, y poder pensar la construcción de paz como horizonte de país, más allá de los acuerdos o de quienes los firmaron. 

Para las elecciones presidenciales y de congreso de 2022, la paz seguirá en la agenda, será protagonista hablar del cumplimiento de lo acordado en 2016 y de sentar en la mesa al ELN y otros actores armados y para fortuna de la espiral del tiempo, completaremos entonces una década hablando de fin del conflicto armado, aquella que empezó con el inicio de las conversaciones en la Habana con las FARC-EP. El camino es aún largo como lo ha sido el anhelo de paz en el país, pero convencidos hay que decir que estamos mejor que hace una década y mucho más conscientes que hace 2 décadas dónde ante el fracaso de la paz de Pastrana y Marulanda, el país eligió con pasión el fin de la guerra, con más guerra. 

*Director de Construcción de Paz

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