La apuesta por el comercio electrónico transfronterizo

La apuesta por el comercio electrónico transfronterizo

Por: María Fernanda Quiñones

Aunque Internet, las tecnologías y los dispositivos móviles se popularizaron hace más de dos décadas, los años más recientes han consolidado su uso e importancia. La era digital, fortalecida por la pandemia del COVID-19, ha permeado todas las actividades del hombre. Ahora más que nunca se habla de teletrabajo, telemedicina, educación virtual y comercio electrónico.

El sector del comercio, como muchos otros, tuvo que ponerse a tono con la transformación digital para ser económicamente viable, responder a las necesidades de los consumidores y aprovechar las oportunidades del eCommerce. Una de ellas: cruzar fronteras. 

El comercio electrónico transfronterizo, también conocido como cross border eCommerce, se refiere a la distribución o comercialización de bienes y servicios por medios electrónicos entre agentes ubicados en distintos países, de acuerdo con la Organización Mundial del Comercio. Aunque no es usualmente explorado como un canal de exportación, tiene gran potencial.   

La notable acogida que el comercio electrónico tuvo en los últimos meses ha cambiado permanentemente el comportamiento de los compradores y de las empresas alrededor del mundo.

Se calcula que en los próximos cinco años la tercera parte del comercio mundial se concentrará en comercio electrónico, según señaló Juliana Villegas, vicepresidente de exportaciones de Procolombia, en el marco del eCommerce Summit 2020 desarrollado por la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico. También se estima que los mercados con las mayores tasas de crecimiento en ventas sean India, España y China. Mercados a los que puede llegarse a través de los modelos de negocio del eCommerce como las tiendas virtuales o los Marketplace globales.

El comercio electrónico representa una herramienta de apoyo a las exportaciones del país, actividad que impulsa el desarrollo económico nacional y la reactivación del sector empresarial en los tiempos apremiantes que vivimos.

En Colombia, el comercio electrónico transfronterizo no ha visto su época de auge. Tan solo el 2% de las empresas colombianas hacen operaciones transfronterizas por medio de canales electrónicos, cifra que refleja una oportunidad de crecimiento de este canal poco convencional de exportación.

Expandir las actividades de comercio electrónico al campo internacional ofrece numerosas ventajas: fortalecimiento de la competitividad de las empresas, diversificación de mercados y adaptación a las preferencias de los usuarios digitales que buscan comodidad y sencillez. 

Cabe mencionar que las empresas que exportan tienen una posibilidad de crecimiento de entre 30% y 45%, de acuerdo con un estudio presentado por Laura Valdivieso, viceministra de Comercio Exterior, en el foro “El papel de las exportaciones no mineras en la reactivación económica de Colombia”. Apostar entonces por la exportación a través de comercio electrónico, sector que ha cobrado gran protagonismo y relevancia, no es desacertado. 

La confianza en el sector del comercio electrónico y el mejoramiento de la infraestructura de las plataformas para comercializar bienes y servicios digitalmente han sido avances significativos. Sin embargo, aún es necesario trabajar en temas de simplificación de trámites, cadena de abastecimiento, logística transfronteriza y tiempos de entrega para impulsar el comercio electrónico transnacional.

La oportunidad de crecimiento de este sector es amplia. Colombia tiene un gran número de productos no minero-energéticos que son de interés para otros países y continentes. Agroquímicos, variedad de alimentos y, por supuesto, flores, hacen parte de la lista.

A través de este canal de exportación poco tradicional es posible llegar a un mercado de más de 1.500 millones de personas a nivel mundial. La invitación es a internacionalizar los productos colombianos aprovechando el impulso del comercio electrónico. Debemos abrir los ojos a mercados más allá de lo regional, a pensar en nuevos países y nuevas posibilidades de crecimiento. 

Para ello, es esencial realizar los esfuerzos en infraestructura, logística, temas tributarios, cambiarios y arancelarios para fortalecer el comercio electrónico transfronterizo en el país.

 

*Columnista Invitada, dirección de Empresa, Industria y Competitividad

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.

La apuesta por el comercio electrónico transfronterizo

Cuarentena empresarial ¿Hasta cuándo?

Por: Diana Pérez

El 2021 comienza con un enero “negro” para el sector empresarial que en el mes de diciembre venía presentando una leve mejoría a causa del impacto negativo dejado por las cuarentenas, los toques de queda y demás medidas para afrontar el paso de la pandemia en el 2020, año en el que cerraron más de 54.000 empresas solamente en Bogotá y qué de acuerdo con la Cámara de Comercio de esta ciudad, la creación de empresas disminuyó un 12%, siendo ésta, la cifra más alta en los últimos 10 años.

Pese a los malos resultados del 2020, el empuje del empresario y la expectativa del consumidor eran optimistas para el 2021. Según la última encuesta de pulso empresarial realizada por el DANE con el apoyo del Banco Mundial y publicada el pasado 20 de enero, el 39.9% del total de las empresas sostuvo en diciembre de 2020 que, esperaba un aumento de sus ingresos en los próximos tres meses, expectativa que se verá reducida con la llegada de la segunda ola de contagios y con la implementación de medidas restrictivas. Esto implica una mayor crisis a los empresarios que asumieron gastos en contratación de personal y créditos para retomar nuevamente sus actividades, situación que sin duda incrementará las pérdidas a varios sectores de la economía. Nadie preveía medidas tan restrictivas comenzando el año y que a juicio del Director de Fedesarrollo Luis Fernando Mejía, puede generarle a la economía una pérdida de 8 a 12 billones de pesos.

 

El desespero empresarial está llegando al límite con los cierres al comercio y la industria, afectando no sólo el crecimiento de la economía, sino deteniendo la generación de empleo. Recordemos que al cierre del año 2020 la tasa de desempleo se encontraba en el 13.3% y para nadie es un secreto que el sector empresarial y productivo son el motor de la economía que ayuda a la reactivación y la generación de empleo, tal y como se corrobora con las cifras del DANE y la firma Raddar, cuando señalan que el sector privado genera el 95.8% del empleo en Bogotá y más del 80% a nivel nacional respectivamente.

El panorama no es fácil y aunque reconozco que la salud es prioridad, la economía también lo es. Si las medidas restrictivas continúan, la carga en el gasto del gobierno será mayor, ya que deberán generarse más subsidios para la empresa, flexibilizar impuestos y crear programas de salvamento que conllevarían el incremento en la deuda. No queremos un Gobierno paternalista, el empresario perfectamente puede salir adelante, siempre y cuando le permitan desarrollar su actividad con el cumplimiento de las medidas de bioseguridad exigidas por las autoridades. 

La experiencia que nos dejó el 2020, debió servir para afrontar de mejor manera la llegada del segundo pico de contagio, sin embargo, retrocedimos en el tiempo tomando las mismas medidas que afectaron tanto la economía y que a hoy, pareciera no tener un resultado favorable en la disminución de contagios pero si, en el bolsillo del empresario, y más cuando muchas de esas medidas fueron impuestas de manera apresurada, sin ser concertadas con el sector privado. Debemos evitar más cierres de empresas, más despidos y más crisis económica si queremos lograr un crecimiento del 4.6% según lo proyectado por el Banco de la República para el 2021 y reducir la tasa de desempleo, razón por la cual, es necesario que las autoridades nacionales y locales reconsideren algunas restricciones al sector productivo y comercial que está tratando de sobrevivir, permitir su operación de manera biosegura para recuperar lo perdido en el 2020 y dinamizar la economía en los próximos meses. 

Bien decía Churchill “Algunas personas consideran la empresa privada como un tigre depredador que debe ser fusilado. Otros la ven como una vaca que se puede ordeñar. No muchas personas la ven como un caballo sano, tirando de un carro robusto”.

*Directora Empresa, Industria y Competitividad

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.

La apuesta por el comercio electrónico transfronterizo

El juego de ventrílocuos: Desde el Cáucaso a Latinoamérica

Por: Maria Paula Velandia

Con la fragmentación de la Unión Soviética y los conflictos étnicos que habían sido congelados, la región del Sur del Cáucaso eliminó la previa unificación en sus factores energéticos. La guerra de Nagorno Karabaj impidió a Azerbaiyán de usar el petróleo como recurso y, a su vez, Armenia tuvo un recorte temporal por parte de Rusia por resultado de las guerras civiles en Georgia, de acuerdo a EVN Report.

Desde el 27 de septiembre de este año, la situación en la región del Cáucaso ha escalado más de lo que se había visto desde 1994 con el fin de la Guerra del Alto de Karabaj.  El conflicto se pasma después de haber sido sometido a la decisión de Joseph Stalin de darle el territorio de Nagorno-Karabaj (una región habitada en su mayoría por Armenios) a Azerbaiyán. Esto es algo que Latinoamérica no es ajeno y, si se ve en paralelo con recursos como el agua, puede causar muchos más problemas de seguridad regional. 

Azerbaiyán se volvió autosuficiente en las reservas de petróleo empezando a exportar sus recursos energéticos con Georgia. Armenia, por otro lado, ha sido excluido de la integración regional debido a su economía netamente agrícola. De esta forma, y por las malas relaciones diplomáticas con Turquía, se ha prevenido a Ereván de involucrarse en el tráfico de recursos energéticos del Caspio. 

Es por esto que actores como Rusia, Turquía e Irán presentan importantes intereses en controlar la región y el paso de sus recursos para expandir sus oleoductos y gaseoductos. Un conflicto en la región podría determinar quién termina teniendo dominio de rutas y el paso de estas, ¿no?

Adelantémonos a 2020 en donde, Azerbaiyán y Turquía siguen en camino a consolidar una relación de décadas por medio de venta de armas y ejercicios militares. Por su parte, Armenia cobijado por Rusia por medio de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC), se siente más seguro frente a una posibilidad de conflicto en la región de Nagorno-Karabaj. La tensa relación entre Armenia y Azerbaiyán se mantuvo estancada hasta que hace poco el gobierno de Turquía expresó su apoyo al régimen de Ilham Aliyev y su misión “por acabar con la ocupación de Armenia en Nagorno Karabaj”.  

En este sentido, pareciera que, en el juego de poderes en el cosmos regional e internacional, los intereses político-económicos se entrelazan fuertemente con la presencia de ciertos recursos naturales. Dicho esto ¿en qué se asemeja el problema de Nagorno-Karabaj con América Latina? Primero que todo, no es desconocido que las intenciones de grandes potencias han intervenido en la esfera política Latinoamericana por décadas. Segundo, a pesar de no ser una región tan rica en recursos energéticos, contamos con la posibilidad de posicionarnos debido a uno de los recursos más necesitados en el mundo: el agua.

Los recursos naturales en las últimas décadas se han consolidado como medios de control para las potencias regionales y extra-regionales. En el siglo que vivimos, el petróleo y el gas lideran los mercados y las necesidades geopolíticas de los gobiernos más importantes del mundo. Aún así, sabemos que estos son recursos que en unos cuantos años no tendrán la misma demanda debido a los avances tecnológicos en la búsqueda de energía limpia. 

El agua, por otro lado, es un recurso que la humanidad necesita y necesitará aún más en un futuro donde el calentamiento global afecta cada rincón del planeta. La geopolítica y como se maneja la estabilidad (o la ausencia de esta) en las regiones es necesaria para garantizar el acceso al mejor precio. Esto hace que los lugares que los posean en mayor abundancia tiendan a caer en un juego peligroso. 

El informe de We Are Water llama a cuidar el recurso. América Latina está bendecida con abundancia de agua dulce. La región contiene cuatro de los 25 ríos más grandes del mundo, el Amazonas, Paraná, Orinoco y Magdalena. Si en unos años el agua se convierte en uno de los recursos más apetecidos en el mundo debido a su escasez, la posibilidad de que haya una mayor injerencia por parte de potencias con intereses en adquirirlo aumenta. 

La escasez de agua que el mundo enfrentará ha desatado desde ya el análisis sobre la “hidro-política”. La BBC que mencionan que se espera que la demanda de agua aumente un 55% entre 2000 y 2050. En el próximo siglo, en términos de su valor como recurso global, se ha descrito como el próximo petróleo.

Teniendo esto en cuenta, siendo una región con posiciones políticas tan diferentes, América Latina presenta un reto para países con regímenes encontrados con China y Estados Unidos. Debemos ser consientes del potencial que tenemos y, asimismo, debemos ser consientes de lo que representa. 

El agua en 2050 en América Latina vs el petróleo en 2020 en el Cáucaso tiene mucho en común: su valor a la economía de los grandes ventrílocuos.  Los países de regiones en desarrollo somos las marionetas acomodándonos a sus intereses. Tal vez un estatus quo no es la solución que pueda traducirse de que esta pasando en Nagorno-Karabaj a lo que puede pasar aquí en 30 años, pero tal vez desestabilizarnos puede ser mas fácil. Esto significa un problema de seguridad regional que se debe considerar a futuro. 

Leemos sobre los conflictos en Medio Oriente, en África o en el Cáucaso y pensamos que no es posible que algo así llegue a nuestro vecindario. Pero la realidad es que debemos ver el agua como un recurso que más adelante nos va a posicionar a nivel internacional como una región rica. Aún así, debemos ser consientes que esa riqueza no llega sola. Actualmente, nuestros mandatarios no le han dado la importancia necesaria a la protección y a la administración del recurso. La realidad es que la humanidad está agotando sus recursos y la escasez de los estos van a convertirse en un problema para los países donde existe mayor abundancia. 

 

*Miembro Dirección de Seguridad y Justicia

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.

La apuesta por el comercio electrónico transfronterizo

Dos Estados Unidos, uno urbano y demócrata vs. otro rural y republicano.

Por: Daniel Valencia 

Independientemente del resultado de las elecciones en los Estados Unidos (al momento de escribir estas notas estaban casi decididas en favor de Biden) y a pesar de las intenciones de Trump de deslegitimar a las mismas instituciones que le confiaron la presidencia en 2016, es oportuno pensar en la profunda división que surge entre los votantes urbanos (más demócratas) y los rurales o de condados menos poblados (más republicanos), debiendo el Partido Demócrata determinar las fallas en su estrategia que le impidieron llegar a esas zonas alejadas de los centros más poblados del país, especialmente, en los estados clave de la elección, lo que retardó más de la cuenta la obtención de los delegados del colegio electoral necesarios para ganar, veamos algunos ejemplos:

Texas (R):

En este estado tradicionalmente republicano, Biden ganó en los principales centros urbanos, que cuentan con alta influencia latina, como Houston, Dallas, Austin y San Antonio, sin embargo, Trump compensó la diferencia con los condados alejados.

Fuente: https://www.nytimes.com/ 

Ohio (R):

Al igual que Texas, Biden ganó con fuerza en Columbus, Cleveland y Cincinnati lo que le permitió llevar la delantera en buena parte de la elección, pero Trump finalmente se llevó el estado.

Fuente: https://www.nytimes.com/ 

Michigan (D):

Biden remontó y ganó el estado con los votos por correo de la ciudad más grande, Detroit. Por el contrario, Trump arrasó en los condados retirados.

Fuente: https://www.nytimes.com/ 

Pensilvania (Por Definir):

Fuente: https://www.nytimes.com/

Se observa un fuerte impulso a favor de Biden a medida que avanzan el conteo en Filadelfia y Pittsburg, a diferencia de la parte menos poblada del estado, totalmente roja.

Sin duda, en febrero, el Partido Demócrata inició la campaña absolutamente dividido, con un amplio espectro, conformado por hasta 27 candidatos, entre los sectores radical y pragmático, resultando elegido un integrante del último, que representaba todo lo que los electores rechazaron en 2016, la clase política tradicional personificada en un hombre blanco con más de 42 años en la vida pública, eso y su falta de carisma, no auguraban buenas perspectivas. Además, durante la campaña, el discurso demócrata se concentró en temas controversiales para los habitantes de las grandes urbes de los estados, tales como la inmigración, la discriminación racial y por supuesto la gestión del Coronavirus, respecto de los cuales coincido en su trascendencia para la sociedad, sin embargo, si los demócratas pretendían tener una victoria holgada, debieron implementar una estrategia que también escuchara y planteara soluciones a esa gran parte de la población que se resiste a votarlos, lo cual se evidencia en las pocas intervenciones en las que se escuchó a Biden presentar sus planes para la generación de empleo o incentivar las inversiones en el país, cayendo en la arena de la división planteada por Donald Trump, lo que le impidió advertir y combatir la gran inconformidad de este sector de la población, la cual se manifiesta en el apoyo ciego a quien representa lo opuesto a la clase política tradicional y que vende una imagen de administrador eficaz y de defensa irrefutable del país, más allá de lo cuestionable de sus formas para lograr los objetivos, como podemos verlo en sus medidas de defensa comercial.

Enhorabuena, las intervenciones de Biden durante la jornada electoral respecto a la búsqueda de unir a los Estados Unidos y ser el Presidente de todos los votantes, en caso de que se confirme su elección, sería el inicio de una ardua tarea para, además de curar la profunda polarización, buscar como solucionar ese desconcierto de quienes encontraban en el populismo la solución a sus problemas, lo cual es una oportunidad para incentivar el pensamiento critico en esos lugares, que busque migrar a decisiones más informadas por parte de estos electores que, sin importar la posición ideológica, bloqueen el paso a los tan famosos hechos alternativos. En el exvicepresidente y su eventual administración, queda la capacidad de evitar el regreso de este peligro al 1600 de la Avenida Pensilvania.

Nota: Espero que sea el inicio de un nuevo escenario global, con un liderazgo fuerte pero conciliador de los Estados Unidos, que promueva la lucha contra el cambio climático, el regreso al multilateralismo y en el que ojalá no le salga muy caro a Colombia el abandono de la relación bipartidista, para que podamos continuar atrayendo inversión y busquemos alternativas para el regreso de la democracia a Venezuela, espero que más efectiva y menos peligrosa para nuestro País. 

*Miembro Dirección de Empresa, Industria y Competitividad

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.

La apuesta por el comercio electrónico transfronterizo

Antes de auxiliar a su vecino, asegúrese de ponerse su máscara de oxígeno.

Por: Diego Tovar

Estimados compañeros,

Después de más de cuatro meses de confinamiento, debemos estar agotados de estar en casa, ansiosos por salir, trabajando más de la cuenta, con desequilibrio en el balance trabajo-familia y por eso considero que nuestro papel como parte del equipo ejecutivo de una compañía, es fundamental en estos momentos. Por eso, quiero compartirles algunas reflexiones sobre las competencias y comportamientos que creo, debemos exhibir más que en cualquier otra época.

Aún cuando parezca extraño, iniciaré por la conciencia sobre uno mismo. En este momento es clave elevar nuestros niveles de conciencia, sobre nuestro carácter único, para aprovechar nuestras mejores capacidades y minimizar aquellas en que no destacamos. Evidentemente, entender nuestros propios objetivos, pensamientos y sentimientos, resultará de beneficio para gestionar nuestra relación con los equipos de trabajo y para ello debemos trabajar primero en nosotros mismos, como dicen en los aviones: antes de auxiliar a su vecino, asegúrese de ponerse la máscara de oxígeno suya.  Así, dedíquese tiempo a usted mismo y cree sus espacios, invierta en el auto cuidado y practique alguna técnica de relajación como el mindfulness o la oración. Pida feedback a sus colegas y mantenga una mentalidad de abundancia.

En segunda instancia, es muy importante el percibir la perspectiva de los demás, para poder hacer parte de relaciones productivas a partir del conocimiento de las relaciones interpersonales y la inteligencia social. Este tema de percibir la perspectiva de los demás pasa por el entender los objetivos, creencias, deseos y direccionadores de los demás, y se logra practicando la escucha activa, invirtiendo recursos en el soporte y desarrollo de nuestros colaboradores, con mucha comunicación oportuna y desde el liderazgo, ejercitado con empatía y compasión. También resulta clave, la conciencia del contexto, a través de la sensibilidad para entender como el contexto que nos proporciona el entorno y la parte social, también inciden en los comportamientos de las personas y cómo es relevante el entendimiento de la situación particular de cada quién y la influencia que tiene la mencionada situación de cada uno. Es importante asegurar el contexto, logrando que nuestra gente tenga todo lo que necesita de infraestructura para trabajar desde casa, sin hacer supuestos y siendo realistas con sus expectativas.

Espero que estas reflexiones sencillas sobre el tipo de liderazgo que debemos exhibir en las actuales circunstancias, les sean de utilidad para ayudar a todos nuestros equipos, en momentos en los que no debemos olvidar que “trabajamos con y para seres humanos”.

Un abrazo,

 

*Miembro Dirección de Empresa, Industria y Competitividad

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.

La apuesta por el comercio electrónico transfronterizo

Transformación organizacional, retos e impactos después del COVID

Por: Diego Tovar 

Hace menos de un año, soñábamos con acelerar la transformación organizacional y digital en América Latina, y la asociaba en mis presentaciones públicas a la última alocución de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos, que llamó como el mayor desafío para la democracia a la desigualdad creada por la globalización. Así, introducía a la audiencia, a nuestros principales retos como sociedad; el reto ético, pasar de la ética representativa en la que nos pasamos la vida victimizándonos en quienes nos representan, a la ética participativa en la que asumimos incondicionalmente la responsabilidad de entender que, la transformación comienza por nosotros mismos, y el reto educativo, en el que sostengo que la cuarta revolución industrial y la transformación empresarial digital como respuesta, constituyen la última oportunidad que tenemos como sociedad, de superar nuestro principal problema: La inequidad.

En una nueva economía, la economía de la abundancia, la posesión de activos perdió todo el sentido y la norma se convirtió en compartir recursos, siendo el más importante la información y en esta economía, tener un propósito de transformación masiva, como el nuestro de cerrar la brecha de equidad en Colombia, se volvió clave para la atracción y retención del talento, aunado a la transformación digital como la respuesta de las empresas a esta revolución digital. Transformación a través de tecnologías digitales para mejorar la experiencia del cliente, los procesos operacionales y los modelos de negocio, siendo estos el QUE de la transformación, pero más importante es el COMO, que tiene que ver con el método para desarrollar capacidades de liderazgo para lo digital. Entonces, entendiendo el comportamiento de nuestros clientes, debemos retar los modelos de negocios y crear nuevos, basados en productos y servicios digitales, pero también debemos transformar nuestras organizaciones y nuestra cultura y no solamente introducir plataformas tecnológicas avanzadas. Necesitamos habilitar la colaboración basada en la innovación y permitirnos soñar, definir e implementar un nuevo propósito organizacional en el que podamos aterrizar la estrategia a partir de la innovación, el diseño y la experimentación, y transformar nuestros negocios creando soluciones relevantes, escalables y costo efectivas.

Emerge entonces el concepto del Keidanren de Japón, la Sociedad 5,0, el de la humanización de la revolución digital que pretende crear una sociedad superinteligente y lo que hemos denominado, los humanos aumentados o Augmented Humans.

Quisiera entonces mirar desde una perspectiva optimista los retos que la pandemia nos ha traído en materia de transformación empresarial.

Iniciemos con la forma en que trabajamos. Como lo mencionó tiempo atrás la brillante y carismática emprendedora, Silvina Moschini, “el trabajo es algo que se hace, no un lugar donde se va”. ¿Y qué podemos decir ahora que todos intentamos trabajar desde nuestras casas en medio de las medidas de confinamiento? Mi primera apuesta es potenciar el talento humano. #BoostTalent. Las empresas deben lograr respuestas rápidas, estratégicas y claras, anticipándose a escenarios inciertos, pues podrán venir rebrotes del Covid-19 y debemos adoptar medidas que mantengan las operaciones, el empleo y que nos permitan salir fortalecidos de la crisis. Los impactos vendrán a nivel empresarial en la experiencia de los empleados, en las cadenas de valor y producto de la globalización que dificulta la reacción apropiada.

 Los retos entonces están relacionados con el alistamiento de la fuerza de trabajo, el alistamiento del liderazgo y el llegar a crear una operación más inteligente con acciones como el re – aprendizaje de habilidades.

Seguramente, la operación remota que muchas empresas desplegaron aceleradamente será parte de la nueva normalidad, pero es imperativo asegurar que se mantenga o mejore la productividad que se tenía antes de la pandemia.

Para hacer un diagnóstico de esta situación, en everis desarrollamos una herramienta que denominamos Pulso, que permite evaluar los habilitadores que la compañía tiene y el nivel de aceptación de los empleados frente al teletrabajo para tomar las medidas y líneas de mitigación apropiadas para asegurar la efectividad. En seguida, se debe preparar la empresa para el regreso a la nueva normalidad, tras el confinamiento y la clave estará en la adopción de una cultura de trabajo digital inteligente.  Más allá de las recomendaciones del gobierno para la apertura inteligente de la economía, creo que es relevante centrarse en la experiencia del empleado, pues debemos recordar que trabajamos con seres humanos y preguntarnos por sus preocupaciones puede marcar la diferencia. Nuestros colaboradores como cualquier persona tienen miedos, ansiedad e incertidumbre, por lo que resulta imprescindible vislumbrar el employee journey para la vuelta a la normalidad, asegurando en nuestro equipo la confianza, seguridad y compromiso.

En nuestro propio caso, creamos la Oficina de experiencia del Covid-19 e identificamos nueve ejes de reflexión alrededor de la comunicación, la sensibilización y la formación de los empleados, para tomar ventaja cuando estemos en esta nueva normalidad. La oficina de experiencia trabaja entonces en movilidad, prevención, organización, salud y bienestar, conciliación, retribución, temas administrativos, ética y liderazgo, para tener una visión 360 y salir fortalecidos tras la crisis. En últimas y tal como lo pronunció un colega en everis, “en los momentos de verdad, los hechos son los que marcan la diferencia, pero los sentimientos vividos durante el proceso dejan huella para toda la vida”.

En términos de transformación organizacional, debemos iniciar también con nuevos paradigmas, como la transformación digital de la fuerza de trabajo y la incorporación de nubes de talento. Teletrabajar no solo es hacer las actividades laborales desde la casa, con las herramientas proporcionadas por la empresa. Los empleados deben tener la habilidad de comunicarse, colaborar, planear, gestionar equipos y lograr los resultados de forma remota. Para ello, evidentemente debemos trabajar en la transformación cultural, así como en la colaboración, comunicación, networking, más allá de asegurar el control de los dispositivos y plataformas adecuadas para el teletrabajo y finalmente implementando mecanismos de gobierno y de seguridad que mitiguen los riesgos asociados.

En nuestro “nuevo normal” se impondrán formas de trabajo flexibles, organizadas por proyectos, a destajo, desde cualquier lugar geográfico y por esto surge el concepto de Cloudworking y las nubes de talento. Bienvenidos a la nueva normalidad, la normalidad del internet del valor.

 

*Miembro Dirección de Empresa, Industria y Competitividad

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.