¿Todos ponen?
Por: Juan Andrés Páez
Benjamin Franklin decía que en este mundo solo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos. En Colombia la frase aplica a la perfección, pero habría que agregarle: la muerte, pagar impuestos y otra reforma tributaria. Digo esto porque el jueves pasado el gobierno presentó la décimo segunda reforma tributaria de los últimos 20 años. La décimo segunda reforma que si va a garantizar la sostenibilidad fiscal del país en el mediano plazo. Esperemos que esta vez el mediano plazo sean más de dos años.
La reforma no había llegado al Congreso y ya las quejas abundaban. Uno de los puntos más debatidos ha sido el de aumentar el impuesto de renta, sobre todo a través de reducir el umbral salarial para que la gente declare. Esta idea, que ya se ha visto en tres de las últimas reformas, ha fracasado rotundamente porque nadie en el Congreso quiere pagar el costo político de enfurecer a los votantes.
Esta vez la idea también parece nacer muerta. Mucho más en año electoral. Mucho más después de una pandemia.
Uno creería que el impuesto a la renta es una carga que afecta a la mayor parte de la población, pero según la DIAN solo cerca de 3.5 millones de colombianos declaran cada año, y de estos, solo 1.6 millones tienen efectivamente que pagarlo. Esto significa que solo 1 de cada 10 trabajadores en el país paga este tributo.
El menor número de contribuyentes se explica principalmente por el alto umbral salarial para declarar renta en el país, valor que ronda actualmente los 4 millones de pesos. Entre mas alto el umbral, menor el número de personas que tienen que pagarlo, así de fácil.
En la propuesta actual, el gobierno propone reducir este umbral a 3 millones en el 2023 y a 2.5 millones desde el 2024. Si el gobierno quiere reducir efectivamente el umbral del impuesto de renta, necesitara el apoyo de la clase media que no viene pagando el impuesto. En otras palabras, estos ciudadanos de clase media que abogan por una Colombia más equitativa y más prospera, tendrán que reconocer su deber en esta causa y también apoyar un impuesto de renta más amplio en el cual contribuyan.
Un primer paso puede ser reconocer que si uno gana 2.5 millones de pesos en Colombia, más que ser parte de la clase media, hace parte del 20% más rico del país. Varios se asombrarán con ese dato, pero en un país donde cerca de un tercio de la población está en condición de pobreza y donde más de la mitad de las personas ganan menos de un salario mínimo, el dato deja de parecer tan sorprendente.
Algunos en la clase media argumentan que no quieren pagar renta porque los ricos no pagan los impuestos que deberían. En esto el gobierno parece estar de acuerdo y por eso la reforma también busca más progresividad, es decir, que el que más tenga más pague. La propuesta incluirá un aumento en las tasas para las personas de más altos ingresos y una reducción de las exenciones de las cuales se valen para evitar pagar su parte. Además, incluye un impuesto al patrimonio para aquellas personas con patrimonios superiores a los 5 mil millones de pesos, y la mayoría del recaudo será utilizado para fortalecer los programas sociales como Ingreso Solidario que ahora será permanente.
Otros argumentan que no quieren pagar más impuestos porque el gobierno es corrupto y cualquier dinero adicional que paguen terminará en los bolsillos de los políticos. Pero, ¿No existe un círculo vicioso negativo con este argumento? Si los ciudadanos no contribuyen con los impuestos, la capacidad del gobierno para proporcionar bienes y servicios públicos se ve mermada. Y debido a que los gobiernos no tienen los recursos para operar de manera efectiva, la desconfianza de los ciudadanos crece y erosiona aún más la capacidad del Estado de demandarles más impuestos. Este es un problema del huevo y la gallina que se puede solucionar si los ciudadanos colectivamente le dan una oportunidad al gobierno de operar con un mejor recaudo. Ahora bien, es importante que los mayores impuestos vengan de la mano de un buen control de los recursos públicos y más transparencia.
Si la clase media quiere un gobierno fuerte que brinde mejor educación, salud y vivienda, la proporción de personas que declaran renta tarde que temprano tendrá que aumentar. Los asalariados de clase media, los cuales han estado exentos durante tantos años, deberán apoyar la reforma fiscal y abogar por un umbral de impuesto de renta más bajo que los incluya. Eso sí, acompañándolo con una mayor progresividad del sistema para que cada cual contribuya de forma justa de acuerdo con sus ingresos. Cuanto menor sea el umbral y más progresivo sea el sistema, mayores expectativas de una Colombia más equitativa y prospera en el futuro.
Esquirla:
Hacer una oposición con argumentos justos es importante porque algún día la oposición será el gobierno. El Presidente Duque, que tanta oposición le hizo a las reformas tributarias cuando era Congresista, ahora se ve enfrentado a los argumentos populistas que él mismo uso en el pasado.
*Director de Finanzas Públicas