Lecciones aprendidas de la educación en tiempos de pandemia

Lecciones aprendidas de la educación en tiempos de pandemia

Por: Doreidys Escorcia

Que la virtualidad nos sorprendió no debe ser la sorpresa, la sorpresa debe ser que tanto he aprendido a través de la virtualidad

Doreidys Escorcia

Aunque el título suene muy ambicioso para todo lo que hemos vivido en estos tiempos, debo aclarar que éstas son reflexiones, que a nivel personal, me han quedado a raíz de todos los cambios y procesos de los cuales hemos sido parte durante la emergencia sanitaria por la que pasa el mundo entero. Parte, además, de un rol dicotómico; en el cual he decidido ser juez y parte (Si se quiere llamar así), al ser docente y estar del lado de quienes organizan e imparten la formación, pero también de quien se ha parado en múltiples ocasiones del otro lado de la pantalla como estudiante.

En este orden de ideas, la educación en nuestro país ha ido poco a poco reinventándose y flexibilizando su manera de llegar a los aprendices, a través, de diferentes plataformas que se encuentran al alcance de todos, pero en realidad hay que pensar ¿qué tanta calidad educativa puede llegar a las casas de nuestros estudiantes?, cuando existe un sinnúmero de ellos sin siquiera tener un celular, o padres que vean imposible la tarea de educar de esta forma, tampoco, es un secreto las fallas o nula conexión que hay en muchos municipios de Colombia específicamente en los municipios rurales que son los más golpeados en esta época; de acuerdo con datos del Ministerio de Educación y el Icfes analizados por el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, sólo el 17 por ciento de ellos tiene acceso a Internet y computador, es decir, aproximadamente 408.000 niños. Y si hablamos de la educación superior, según advirtió la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun) la deserción estudiantil para el segundo semestre de este año sería de, al menos, un 25 por ciento, donde la principal causa es la económica y aquí entraríamos a otro sector que afecta de manera directa a la educación. 

 Hay mucha tela por cortar, pero a la vez un compromiso personal, de cada uno de esos chicos, chicas, jóvenes y docentes que día a día buscan la manera de llegar hasta ellos para que aprenden significativamente.

Ser docente hoy, en medio de este caos, es sin duda un desafío, es identificar a través de su voz que aquello que quieres enseñar está siendo agradable, de su gusto y por lo tanto el estudiante esté interesado en aprender, es deducir cual es su ritmo de aprendizaje porque personalizar las actividades es cada vez más complicado, es buscar una estrategia divertida para que no se duerman en casa, es incentivarlos a hacer las trabajos y que todo quede claro y bien explicado, es mirar a través de la pantalla pixelada los rostros agradecidos por estar ahí presente muy a pesar de que algunos hayan dejado la batalla a medio caminar (Por conectividad, implementos electrónicos, apoyo familiar, economía) esforzarnos por los que quedaron peleen contigo. 

Es allí, cuando nos colocamos el traje de los superpoderes y comenzamos a hacer cursos para ser cada día mejores docentes, a buscar estrategias donde la virtualidad no sea ese monstruo que nos persigue sino ese príncipe azul del cuento de hadas que nos rescata cuando estamos sumergidos en esa zona de confort… Muchos dirán eso pasa por no ponernos a la moda cuando debíamos, ¿Quién dijo que la tecnología es una moda? Ahora, es cuando estamos viviendo la importancia de ir a la vanguardia de la época, de no quedarnos a un lado, y de arriesgarnos a buscar siempre nuevas alternativas, que nos hace falta, si claro, pero considero que muy a pesar de que la pandemia nos sorprendió hemos ido adaptándonos a los cambios, hemos ido aprendiendo y los mas importante, hemos dado lo mejor de cada uno de nosotros.

La enseñanza es ésta, es lo que estamos atravesando, simplemente no dejemos para otro día lo que podemos aprender hoy, que todos los días nos debemos reinventar, que todos los días debemos tomar conciencia de aquello que aprendemos, de buscar mejores y nuevas estrategias adaptadas al tiempo y al espacio en el que nos encontramos. Mi aplauso hoy no es para los médicos, es para todos los docentes y estudiantes que día a día luchan por enseñar y aprender. 

*Miembro Dirección de Educación

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María Ángela Sálazar: semblanza de una mujer que es como un árbol de mucha sombra.

Por: Carlos Orlas

Primero fue la mujer luchadora y sonriente, la Mamá grande, la Mamá negra en el poema de Jaime Jaramillo Escobar. Luego fue el ser sensble y crítico, vibrando con una obra de La Barca de los Locos, Más y Menos, en la Universidad Eafit en la fase preparatoria de la Comisión de la Verdad. Desde allí, con esa potencia hermanadora del teatro, quedamos de amigos.

Dentro de la Comisión, esta mujer tenía el magnetismo que hace que uno la quiera abrazar, es la memoria de su capacidad para dar y recibir afecto. Inspira mucho la sencillez de su ser anónimo, colectivo y cotidiano.

“Usted sí sabe quién soy yo”

Era afrocolombiana, de Tadó (Chocó), fue miembro de la Junta de Acción Comunal del

Barrio Obrero y del Comité de la Mujer desde 1996 hasta 2006. Su trabajo se concentró principalmente en mejorar los derechos de los trabajadores de las bananeras en Urabá, que incluye alfabetizar a los trabajadores niños y niñas de la ciudad.  Cofundadora de la Casa de la Mujer en Apartadó, formada en 1996.

 

También fue cofundadora de la Asociación de Mujeres de Apartadó en el año 2000 y de la Red de Mujeres de Urabá en 2001. Ha sido representante nacional en la Iniciativa de Mujeres por la Paz (IMP) desde 2001, cofundadora de la Red de Mujeres Públicas en 2005 y en 2006 se posesionó como coordinadora y vocera voluntaria de la Mesa Departamental de Víctimas del Conflicto Armado de Antioquia, en donde se encargó específicamente del trabajo con víctimas en la región del Urabá.

 

También se desempeñó como Coordinadora Política de Antioquia para IMP y voluntaria del Programa de Desarrollo y Paz Córdoba–Urabá–Darién. Ha trabajado por la búsqueda de la paz y la justicia, documentando directamente 550 casos, principalmente de mujeres víctimas de las Autodefensas en Urabá, Córdoba y Chocó. En la Comisión era como un cernidor: integraba lo afro, lo campesino, la mujer rural desde abajo, desde su historicidad concreta, desde su lucha por la dignidad comuntaria.

Esta mujer es el poema

Y así termina el poema de Jaime Jaramillo (1985) con el que le quiero cantar a la Negra Ángela que nos sonríe como un ángel desde el cielo:

Mamá negra era un trozo de cosa dura, untada de risa por fuera.

Mi taita dijo que cuando muriera

iba a hacer una canoa con ella.

Es el poema porque su palabra es una alquimia del verbo, su gesto  amplio como su cuerpo, como su amor, como su gracia. Se nos fue un pilar de la Comisión, un envión a lo periférico de la verdad, lo que está al margen y oculto en medio de lo que Aníbal Quijano llama la colonialidad del poder: la mujer negra, indígena y campesina con su ancestralidad y sus repertorios de resistencias a la dominación capitalista y patriarcal.

Ángela decía con palabra y gesto que la verdad es un hueso al que hay que meterle carne, y esa analogía dice mucho sobre el propósito de su misión en la Comisión: untarla de pueblo y camino y barro y tierra. Si la asociamos a una imagen ella es una tambora dándole ritmo y pálpito al canto negro, mestizo y campesino.

 A la comisionada, que en paz descance, la encontré en Bogotá en marzo, antes del aislamiento por Covid-19, en un encuentro de comisionadas en otros procesos de paz de varios países. Y pensé intuitivamente en su tierra, en que recorría la ciudad tan fresca y encantadora como lo debió ser en su barrio de calles empolvadas, donde murió junto a su gente. Me sorprendió ver el nivel de argumentación que alcanzó en la Comisión, aprendiendo y enseñando, aplicando el ver, oír y sentir del Viaje a Pie de Fernando Gonzáles por la Colombia profunda y sus comunidades. Su sencillez le hacía a uno sentir que la verdad era eso: escuchar a las comunidades con amor, con pasión, con fruición  y responsabilidad histórica.

 La imagen de ella la sigue pintando Escobar (1985) en estos versos del poema Mamá Negra:

Su pescuezo largo para dar gritos de colores con las guacamayas,

para hablar alto entre las vecinas,

para ahogar la pena,

y para besar a su negro, que era alto hasta el techo.

Su pescuezo flexible para mover la cabeza en los bailes,

para reír en las bodas.

Y para lucir la sombrilla y para lucir el habla.

¡Que falta nos haces con esa sonrisa tan basta! También recuerdo esa forma de abrazar tan sanadora, reconociendo siempre en las comunidades su potencia creadora y su capacidad de sembrar paz. Eres ya una estrella que nos mira y nos cuida desde el cielo. Una estrella no, una constelación, ese tejido primordial para enseñarnos a hacer y decir verdad. 

Colombia te extraña, te celebra y te canta en la memoria donde sí que te supiste incrustar. Te amamos Ángela Aire, Ángela Tierra, Ángela Serpiente, India, Negra, Mulata. Tu vida es tu obra y por eso estas letras a manera de homenaje que perdure en los rincones de cada territorio que pisaste y en ese intrincado terreno de la memoria colectiva.

*Miembro Dirección de Construcción de Paz

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Proyectos energéticos: Estrategia de reactivación económica

Por: Javier León

Bien lo resaltaba el profesor Carlos Gustavo Cano[i] en clase de Análisis de Entorno Económico, cuando mencionaba los Tres ejes a saber: “la contraciclicidad, la anticipación y la comunicación.”

  • Contraciclidad: Es necesario ir un paso adelante de la corriente, con el objeto de mitigar impactos por variaciones del ciclo económico.
  • Anticipación: No actuar a tiempo y reaccionar tardíamente constituyen las más graves amenazas contra la economía y de la sociedad.
  • Comunicación: Es vital mantener un flujo de información directo y transparente con todos los involucrados, partiendo de un ejercicio pedagógico que permita controlar las expectativas y mantenerlas en la realidad.

Basado en estos conceptos que permanecen en mí y en posteriores discusiones sobre esta enseñanza, plasmo en esta columna algunas ideas de cómo las inversiones en proyectos energéticos potencializan la reactivación económica del país. Unas a corto plazo, de acuerdo con las inyecciones financieras que sean necesarias en cada uno de los eslabones de la cadena de valor; y otras a mediano plazo que respalden las necesidades energéticas, fiscales y sociales hacia una transición energética, basada en el beneficio económico y ambiental. Es cierto, no existe un solo camino, se debe lograr un modelo integral, como ya hemos abordado en pasadas columnas.

De acuerdo al objetivo propuesto, de aumentar la cobertura eléctrica, es justo trabajar analizando la demanda, con el fin de comprender su distribución geográfica y cantidad, a la vez de implementar talleres de eficiencia energética. Luego, se hace necesario estructurar las inversiones requeridas con la meta puesta en suplir esa demanda proyectada. Por tanto, en el diseño de fuentes de generación deberán prevalecer las propuestas que minimicen el impacto al medio ambiente, haciéndose prioritario abanderar energías renovables, la construcción de parques eólicos y solares.

Con la intención de ejecutar estas inversiones, es fundamental la atracción de capital financiero, doméstico e internacional, estructurando proyectos, de acuerdo a los requisitos de la banca internacional de desarrollo y a iniciativas que giran alrededor del Tratado de Paris, del cual Colombia hace parte. Indudablemente en el mundo hay una gran cantidad de dinero esperando a ser utilizado para mitigar el impacto del cambio climático, hace falta atraerlo y volverlo útil en el desarrollo de esta nación.

Por otro lado, para poder aumentar y mantener la producción de petróleo y gas, es relevante trabajar a corto plazo, logrando eficiencia operativa y financiera en la cadena de valor de exploración, producción, transporte, refinación y comercialización, teniendo a Ecopetrol como ente ejecutor y a la Agencia Nacional de Hidrocarburos – ANH como ente rector.

Es importante trabajar, en paralelo, en nuevos descubrimientos, en búsqueda de aumentar la vida media de las reservas y por igual, no descuidar o perder los niveles de producción en campos maduros.

Con la mirada puesta en atraer mayor cantidad de inversionistas, es requisito ofrecer rentabilidad sobre sus capitales empleados, reducir los costos de operación, transporte y energía, así como mejorar los tiempos invertidos en los procesos de consulta previa para la consecución de licencias sociales y ambientales.

Se debe continuar trabajando en los yacimientos no convencionales (YNC), dando inicio a las pruebas piloto de Fracking; en simultánea es vital complementar el estudio presentado por el Comité de Expertos, con el objeto de lograr un análisis de exploración, explotación y abandono, el cual derive en un completo compendio y entendimiento de los riesgos. Hay que señalar que, en algunos puntos del estudio mencionado, se exponen dificultades y opciones de mejora, las cuales no son exclusivas de los YNC, sino que corresponden a la industria en general, por lo que esta tecnología no debería ser castigada.

En concordancia con el crecimiento sostenible, que se propone el país, se requiere de tecnología que permita disminuir las emisiones de gases efecto invernadero, ajustada ésta a los estándares internacionales y que las refinerías entreguen productos que vayan de acuerdo a la nueva normatividad, siendo así más competitivos en el mercado. De hecho, algunos compradores ya están analizando no sólo el producto refinado o crudo que se vende, sino el proceso aprovechado para su obtención, lo cual está determinando alianzas y beneficios en contratos.

Ahora bien, existe un beneficio potencial sí se aprovecha el conocimiento de la comunidad, de cada zona de influencia de los proyectos, lo cual redunda en la detección temprana de posibles conflictos, aumentando así la legitimidad de las decisiones acordadas. Ello se logra basándose en un modelo de educación participativo, talleres personalizados y un seguimiento riguroso.[ii]

Esta reflexión se escribió asociando conceptos de la premisa “Producir Conservando y Conservar Produciendo”, la cual hace parte del Pacto por la Sostenibilidad del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022. En consecuencia, se concluye que para lograr los objetivos de una reactivación económica y, al tiempo, no desatender la finalidad propuesta de fortalecer la respuesta a la amenaza del cambio climático, se deben aumentar los estándares sociales, técnicos y ambientales, en garantía de un desarrollo energético integral.

Los proyectos de desarrollo integral energético hacen parte de las muchas estrategias que son obligación acelerar hacia una verdadera reactivación de la economía de una forma resiliente y sostenible. Debemos balancear los beneficios económicos de la industria minero energética con un crecimiento basado en energías renovables, siempre enfocando esfuerzos en eficiencia energética y disminución de la demanda.

 

[i] Profesor Carlos Gustavo Cano, Exministro de Agricultura, Excodirector del Banco de la República, Profesor de Maestría de Finanzas Corporativas en el CESA.

[ii] Bonilla, D., & León, J. (2018). Gestión Participativa de Recursos. PRM – Columbia SIPA, New York.

 

*Miembro Dirección de Transformación Energética

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El Covid-19, una oportunidad para ser felices y vivir en la ciudad de los sueños

Por: Ernesto Forero

En el presente artículo analizaremos cómo el Covid-19 ha obligado a los profesionales a cambiar la forma en que prestan sus servicios y cómo este cambio permitirá a las personas vivir en la ciudad de sus sueños. Así mismo, mencionaremos cómo esta posibilidad representa una oportunidad para las ciudades, la cual obliga a las administraciones locales a implementar estrategias para su materialización.  

Antes del Covid-19, la prestación de servicios tenía una importante dependencia en el contacto físico entre proveedores y clientes. Una reunión, un café, un trago, un estrechón de manos, una palmada en la espalda, una mirada a los ojos, eran indispensables para ofrecer y contratar los servicios de un profesional. No quiere decir que antes del Covid-19 no existiera algún tipo de virtualidad en la relación proveedor/cliente, claro que la había. Todos habíamos utilizado algún sistema de videoconferencias antes. Sin embargo, no existía el convencimiento real de la virtualidad como estrategia para un crecimiento comercial.

La virtualidad en la prestación de servicios antes de la pandemia se veía todavía lejana. Inminente sí, pero lejana. El Covid-19 desvirtuó esa lejanía, y lo que iba a ser, hoy ya es. En la actualidad, la mayoría de los profesionales (por no decir todos) están prestando sus servicios desde la distancia, reemplazando el contacto físico por el contacto virtual, superando así esa vieja dependencia en lo físico. Hoy las personas pueden prestar servicios y atacar mercados en ciudades distintas al de su residencia desde la comodidad de su estudio u oficina.

Esta situación ha empezado a redibujar la relación entre las personas y la ciudad de su residencia. Antes del Covid-19, la mayoría de las personas escogían la ciudad de su residencia basados en un aspecto meramente profesional o laboral. Las personas decidían vivir en determinada ciudad porque allí estaban las oficinas de la empresa empleadora, de su clientela, o del negocio familiar. Salvo el caso de las poblaciones flotantes propias de las ciudades turísticas, la presencia física de una persona en una ciudad dependía de un elemento laboral o profesional.

Gracias a la virtualidad impuesta a la fuerza por la pandemia, las personas podrán escoger el lugar de residencia con base en criterios distintos al laboral o profesional. Ahora las personas podrán vivir en el lugar que los haga felices. Al haber eliminado el contacto físico como requisito sine qua non para ofrecer o prestar servicios profesionales, nada impide a una persona prestar sus servicios a un cliente ubicado en Manizales, encontrándose físicamente en La Guajira, en Santa Marta o en Barú. Su cotidianidad puede incluir actividades que lo llenen de felicidad. La conexión que existía entre las personas y las ciudades de residencia podrá estar hecha de un material distinto al profesional. Las personas podrán vivir en el lugar de sus sueños sin que ello implique renunciar a sus metas profesionales.

Es revolucionario. ¿No?

Esta nueva realidad representa una oportunidad muy interesante para todos los profesionales, naturalmente; pero también se presenta como una gran oportunidad para las ciudades, especialmente para aquellas que por sus condiciones naturales tienen vocación de ser consideradas como lugares de residencia permanente. Ciudades pequeñas y medianas con poca actividad industrial y/o comercial pueden resultar siendo destinos predilectos de ejecutivos y profesionales que antes del Covid-19 solo podían conformarse con visitarlas unas pocas semanas al año. Esta potencial fuga de profesionales (y sus familias) hacia ciudades pequeñas y medianas se presenta como una oportunidad para insertar en sus respectivas economías a un nuevo segmento de la población con buen nivel de ingresos y buena capacidad de gasto, que demandará bienes y servicios.   

Ni los Planes de Ordenamiento Territoriales ni los Planes de Desarrollo pre-Covid podrían haber previsto esta posibilidad. Pero una vez identificada, no pueden desconocerla. Es deber de todos los gobiernos regionales, e incluso del Gobierno Nacional, adelantar metodologías tendientes a identificar potencialidades como ciudades-residencia y diseñar estrategias para materializarlas.

Si bien esta oportunidad es nueva para nuestras ciudades, existen muchos ejemplos de estrategias implementadas por distintos gobiernos de diferentes partes del mundo para atraer nueva población a sus ciudades de las cuales podremos nutrirnos[1]. La invitación a los gobiernos es a ser creativos y aprovechar esta nueva oportunidad que se asoma.

*Director Temático de Magdalena

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Lecciones aprendidas de la educación en tiempos de pandemia

¿En cuál escenario te ubicas?

Por: Alejandro Acosta Gámez

Y de un momento a otro, el martes 24 de marzo de 2020 a las 23:59 horas, el Gobierno Nacional decretó el «aislamiento preventivo obligatorio» en Colombia en medio de la incertidumbre de algunos que creían que todo era un evento alejado de la realidad; el miedo de otros que ya venían sumidos en una escena apocalíptica de dimensiones épicas que apenas iniciaba, y el exceso de optimismo de otros tantos, que aún sin haber iniciado el confinamiento, ya veían la mitigación y extinción de la pandemia.

Ha pasado el tiempo y en el contexto de los negocios, los aprendizajes han sido importantes, los cambios de estrategias, el desmonte de hábitos, la creación de nuevas rutinas, mucha reflexión y días cargados de nuevos retos que han exigido tomar decisiones difíciles y emotivas.

Los emprendedores que comenzaban a consolidar sus estructuras de negocio, veían el año 2020 como el año de iniciar un crecimiento escalonado, de la mano de una economía que cerraba el 2019 con un 3,4%, con expectativas de repunte y unas dinámicas importantes de articulación del emprendimiento en el país. Y por su parte, los empresarios auguraban un 2020 de apertura de mercados, una expectativa macroeconómica alta y proyecciones hacia una nueva década. Todo estaría muy bien, estable y con la mejor actitud.

Sin embargo, tanto emprendedores como empresarios, comenzaron a verse directamente afectados, cierre de mercados, cierre de espacio aéreo, cierre de los comercios, todo frenó de un momento a otro.

Unos debieron dejar de lado sus emprendimientos, otros cerrar sus empresas, despedir empleados y echar mano a los ahorros, en medio de una situación que afecta, el bolsillo, lo sicológico, lo motivacional y lo humano. Es aquí donde está lo interesante, las oportunidades, y si eres emprended@r o empresari@, sabes de que estamos hablando.

Para aprovechar las oportunidades es preciso preguntarse ¿En qué escenario me ubico? En medio de esta crisis se plantean tres escenarios. Un pensador loco, que de loco poco, dijo: “en las crisis las oportunidades y el dinero cambian de manos”, hay que tomar una posición que proporcione ventaja.

Un primer escenario es el pesimista, leer constantemente las noticias nefastas en medio de la pandemia, perder la fe, olvidar el horizonte, imponerse un velo, parar el desempeño en todo sentido y muchas cosas más, hacen parte de este escenario que termina con la esperanza y con la visión. Hay que recordar que después de las crisis, economías completas han logrado crecimientos importantes.

Un segundo escenario es el optimista, que en el contexto de los negocios, probablemente genere exceso de confianza, falsas expectativas y utopías sin argumento que pueden llevar de igual manera al estancamiento y no preparación para el futuro. Por ejemplo, cuando se realizan proyecciones financieras en escenarios optimistas se tienden a desconocer esfuerzos y recursos para lograr las metas. Finalmente el verdadero problema no es el optimismo, sino el optimismo poco informado o realista.

El último, escenario es el realista, el que te permite asumir que existe una situación con características puntuales y por lo tanto, un mediano y largo plazo cambiante. Ubicarse en este escenario, no te quita el miedo, pero tampoco te quita la motivación, solo te permite ceder el control ante muchas variables en las que no tienes poder alguno, como por ejemplo: una eventual vacuna, el pronto fin del confinamiento, las políticas globales. Te permite aceptar que es momento de aceptar, pensar, respirar, construir y entender que arrancar es hoy, no ayer o mañana. Bertrand Russel dijo: “conquistar el miedo es el comienzo de tu riqueza”.

Esta es una invitación a sumarte a tu equipo de trabajo, a tus socios, a levantar la cabeza y poder continuar, porque grandes oportunidades se comienzan a divisar y cuando todo esto mejore, tu proyecto o empresa deberán estar preparados.

Antón Valén, Clown del Cirque du Soleil, una de las empresas más innovadoras del mundo, suele decir que mientras el telón está cerrado debemos prepararnos para alistar un espectáculo nuevo y retador, para que cuando el telón se vuelva a abrir cumplamos las expectativas del público y el lugar  se colme de muchos más aplausos.

 

*Miembro de la Dirección de Emprendimiento

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Lecciones aprendidas de la educación en tiempos de pandemia

Las competencias para transformar nuestra sociedad y formar nuestro futuro

Por: Michelle Caballero

El brote del virus COVID-19, ha dejado en el mundo un desafío importante y sin precedentes para las economías y sociedades. La economía global enfrenta su mayor crisis financiera desde el 2008-2009, y mientras contener la epidemia y proteger a las personas es la máxima prioridad, los gobiernos deben encontrar soluciones rápidas y efectivas para hacer frente al impacto económico y social.

Esto ha dejado nuevas soluciones en un mundo que cambia rápidamente y nuevas oportunidades que pueden enriquecer nuestras vidas, al mismo tiempo que alimentan olas disruptivas de cambio en todos los sectores. La innovación y la transformación plantean preguntas fundamentales sobre lo que es ser humano; la crisis global que vivimos nos hace entender que el mundo esta listo para más, y que es hora de crear nuevos modelos económicos, sociales e institucionales que busquen una mejor vida para todos.

La educación tiene un papel vital que cumplir en todo esto, ya que el desarrollo del conocimiento, las habilidades, las actitudes y los valores, permiten a las personas contribuir y beneficiarse de un futuro inclusivo y sostenible. Aprender a formar objetivos claros y decididos, trabajar con diferentes perspectivas, encontrar oportunidades sin explotar e identificar múltiples soluciones a grandes problemas, es esencial en este tiempo.

La educación debe apuntar a hacer más que preparar a los jóvenes para el mundo del trabajo, necesita equipar a los estudiantes con las habilidades que necesitan para convertirse en ciudadanos activos, responsables y comprometidos para navegar por un mundo complejo e incierto. Esto incluye oportunidades de “reskilling”, la certificación de habilidades con base a la demanda productiva de la nueva economía. Es muy importante para la reactivación económica equipar a quienes han perdido o perderán sus empleos con las habilidades que necesitan para poder reinsertarse en el mercado laboral.

Según la información emitida por el Dane, en junio de 2020, la tasa de desempleo en el total de las 13 ciudades y áreas metropolitanas fue 24,9%, lo que representó un aumento de 14,2 puntos porcentuales frente al mismo mes del año pasado (10,7%). La tasa global de participación se ubicó en 60,3%, lo que significó una reducción de 5,8 puntos porcentuales frente a junio del 2019 (66,1%). Entre tanto, la tasa de ocupación fue 45,3%, lo que representó una disminución de 13,7 puntos porcentuales respecto al mismo mes del 2019 (59,0%). Inevitablemente debemos aprender a convivir con el virus y adaptarnos a nuestra nueva normalidad, ya que a este paso morirán más personas de hambre que del Coronavirus.

Los estudiantes que están mejor preparados son agentes de cambio y pueden tener un impacto positivo en su entorno, influir en el futuro, comprender las intenciones, acciones y sentimientos de los demás, y pueden anticipar las consecuencias a corto y largo plazo de lo que hacen. El concepto de competencia implica más que solo la adquisición de conocimientos y habilidades implica la movilización de conocimientos, habilidades, actitudes y valores para satisfacer demandas complejas. Los sistemas económicos de todos los países se enfrentan a demandas que deben ser atendidas de forma inmediata con nuevas competencias y habilidades que deben generarse desde el sistema educativo y surge también la necesidad de generar acciones de políticas publicas.

Hoy más que nunca las habilidades socioemocionales son fundamentales para lograr el éxito, pues estas determinan que tan bien nos ajustamos a nuestro entorno y que tanto alcanzamos en la vida; por esto el desarrollo de estas no solo es importante para nuestro bienestar, sino también para la sociedad. La posibilidad que tenemos como ciudadanos para adaptarnos, ser hábiles, respetarnos, trabajar en equipo, y nuestra responsabilidad social, se están convirtiendo cada vez más en el sello distintivo de una sociedad que funciona.

 

*Miembro Dirección de Asuntos Públicos

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