Dos Estados Unidos, uno urbano y demócrata vs. otro rural y republicano.

Dos Estados Unidos, uno urbano y demócrata vs. otro rural y republicano.

Por: Daniel Valencia 

Independientemente del resultado de las elecciones en los Estados Unidos (al momento de escribir estas notas estaban casi decididas en favor de Biden) y a pesar de las intenciones de Trump de deslegitimar a las mismas instituciones que le confiaron la presidencia en 2016, es oportuno pensar en la profunda división que surge entre los votantes urbanos (más demócratas) y los rurales o de condados menos poblados (más republicanos), debiendo el Partido Demócrata determinar las fallas en su estrategia que le impidieron llegar a esas zonas alejadas de los centros más poblados del país, especialmente, en los estados clave de la elección, lo que retardó más de la cuenta la obtención de los delegados del colegio electoral necesarios para ganar, veamos algunos ejemplos:

Texas (R):

En este estado tradicionalmente republicano, Biden ganó en los principales centros urbanos, que cuentan con alta influencia latina, como Houston, Dallas, Austin y San Antonio, sin embargo, Trump compensó la diferencia con los condados alejados.

Fuente: https://www.nytimes.com/ 

Ohio (R):

Al igual que Texas, Biden ganó con fuerza en Columbus, Cleveland y Cincinnati lo que le permitió llevar la delantera en buena parte de la elección, pero Trump finalmente se llevó el estado.

Fuente: https://www.nytimes.com/ 

Michigan (D):

Biden remontó y ganó el estado con los votos por correo de la ciudad más grande, Detroit. Por el contrario, Trump arrasó en los condados retirados.

Fuente: https://www.nytimes.com/ 

Pensilvania (Por Definir):

Fuente: https://www.nytimes.com/

Se observa un fuerte impulso a favor de Biden a medida que avanzan el conteo en Filadelfia y Pittsburg, a diferencia de la parte menos poblada del estado, totalmente roja.

Sin duda, en febrero, el Partido Demócrata inició la campaña absolutamente dividido, con un amplio espectro, conformado por hasta 27 candidatos, entre los sectores radical y pragmático, resultando elegido un integrante del último, que representaba todo lo que los electores rechazaron en 2016, la clase política tradicional personificada en un hombre blanco con más de 42 años en la vida pública, eso y su falta de carisma, no auguraban buenas perspectivas. Además, durante la campaña, el discurso demócrata se concentró en temas controversiales para los habitantes de las grandes urbes de los estados, tales como la inmigración, la discriminación racial y por supuesto la gestión del Coronavirus, respecto de los cuales coincido en su trascendencia para la sociedad, sin embargo, si los demócratas pretendían tener una victoria holgada, debieron implementar una estrategia que también escuchara y planteara soluciones a esa gran parte de la población que se resiste a votarlos, lo cual se evidencia en las pocas intervenciones en las que se escuchó a Biden presentar sus planes para la generación de empleo o incentivar las inversiones en el país, cayendo en la arena de la división planteada por Donald Trump, lo que le impidió advertir y combatir la gran inconformidad de este sector de la población, la cual se manifiesta en el apoyo ciego a quien representa lo opuesto a la clase política tradicional y que vende una imagen de administrador eficaz y de defensa irrefutable del país, más allá de lo cuestionable de sus formas para lograr los objetivos, como podemos verlo en sus medidas de defensa comercial.

Enhorabuena, las intervenciones de Biden durante la jornada electoral respecto a la búsqueda de unir a los Estados Unidos y ser el Presidente de todos los votantes, en caso de que se confirme su elección, sería el inicio de una ardua tarea para, además de curar la profunda polarización, buscar como solucionar ese desconcierto de quienes encontraban en el populismo la solución a sus problemas, lo cual es una oportunidad para incentivar el pensamiento critico en esos lugares, que busque migrar a decisiones más informadas por parte de estos electores que, sin importar la posición ideológica, bloqueen el paso a los tan famosos hechos alternativos. En el exvicepresidente y su eventual administración, queda la capacidad de evitar el regreso de este peligro al 1600 de la Avenida Pensilvania.

Nota: Espero que sea el inicio de un nuevo escenario global, con un liderazgo fuerte pero conciliador de los Estados Unidos, que promueva la lucha contra el cambio climático, el regreso al multilateralismo y en el que ojalá no le salga muy caro a Colombia el abandono de la relación bipartidista, para que podamos continuar atrayendo inversión y busquemos alternativas para el regreso de la democracia a Venezuela, espero que más efectiva y menos peligrosa para nuestro País. 

*Miembro Dirección de Empresa, Industria y Competitividad

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.

Dos Estados Unidos, uno urbano y demócrata vs. otro rural y republicano.

¿A qué le tienen miedo los honorables congresistas?

Por: Sofía Salas

Ayer a las 11 de la noche, la plenaria de la Cámara de Representantes votó para archivar el proyecto de Reforma Política presentado por José Daniel López y otros congresistas, que incluía medidas de paridad (50-50) y alternancia (listas cremalleras) para asegurar una representación equitativa de las mujeres en el Congreso. Con 91 votos a favor y 58 en contra, los congresistas decidieron archivar el proyecto en segundo debate. 

Es sumamente preocupante que se archive un proyecto de tanta relevancia sin siquiera dar el debate en democracia o tener discusiones relevantes, que es lo que, en teoría, deben hacer los congresistas. Es aún más inquietante que el congreso esté tan desconectado de la ciudadanía y sea tan resistente al cambio. Un Congreso deslegitimado y desconectado dejó caer en dos semanas la financiación de la JEP, el proyecto de ley que regulaba el uso recreacional y adulto del cannabis y una reforma política que ofrecía una oportunidad excepcional para fortalecer la democracia, robustecer los partidos políticos y reconocer la deuda histórica de la política con las mujeres. 

¿A qué le tienen tanto miedo los que archivaron el proyecto? ¿A abrir espacios y soltar poder? ¿A tener discusiones sobre cómo fortalecer la democracia? ¿A reformar las reglas? ¿A que las mujeres participen en política y tengan la representación que merecen?  ¿A robustecer a los partidos y despersonalizar la política? 

Se perdió esta batalla, pero la lucha por robustecer la democracia y lograr que más mujeres participen en espacios de toma de decisión debe seguir. Las mujeres somos el 52% de la población en Colombia, pero nuestra representación en cargos de elección popular es mínima: 12% Alcaldías, 6,25% Gobernaciones, 16,7% Concejos, 0,41% Asambleas y 19,6 % Congreso (Consejo Nacional Electoral). Los números están incluso muy por debajo de la cuota del 30% que determina la ley de cuotas. Los principios de paridad (50-50), alternancia (listas que alternan hombres y mujeres) y universalidad (aplicación a todos los espacios de toma de decisión) son indispensables para asegurar que la representación equitativa sea una realidad. Estos principios están contemplados en la Constitución del 91, pero hace falta aterrizarlos y hacerlos realidad. 

No es la primera vez que los políticos se resisten a que las mujeres participen en espacios de poder. En 1954, las sufragistas liberales y conservadoras sumaron fuerzas para lograr el derecho al voto para las mujeres. Muchos hombres en ese entonces se resistían a la participación de las mujeres porque, según ellos, “sería el paso inicial en la transformación funesta de nuestras costumbres y en la pugna entre los sexos”. Entre los argumentos que han esbozado hombres y mujeres contra la paridad está que las mujeres tenemos que ganarnos las cosas por mérito o que la discriminación positiva también es discriminación. 

Las mujeres no queremos nada regalado, queremos que se reconozcan las inequidades estructurales e históricas y las barreras que enfrentamos las mujeres para participar en igualdad de condiciones, como el acceso a recursos de los partidos o la violencia política que han experimentado 70% de las mujeres en política. Proyectos como la reforma política y o la reforma al código electoral que está en curso apuntan en esa dirección y movimientos como la campaña ciudadana PARIDAD YA ponen en evidencia que esta es una demanda inminente de la ciudadanía. 

Nada asegura que tener más mujeres en el poder va a mejorar la situación de las mujeres en el país, pues tener cuerpo de mujer no es sinónimo de tener agendas de mujeres o agendas feministas. Sin embargo, la representación importa y puede cambiar las narrativas sobre el poder y sobre lo que hacen las personas que acceden a él, como lo explicó Jill Filipovic en las elecciones legislativas de 2018 en Estados Unidos. Las representantes Juanita Goebertus, Adriana Matiz, Maria Jose Pizarro y Angela Maria Robledo  dieron ejemplo de esto en sus intervenciones en defensa de la reforma política. 

Es una lástima que el miedo haya ganado esta batalla, pero la lucha debe seguir porque sin mujeres la democracia está incompleta. Una mayor representación será beneficioso para la sociedad en su conjunto y ayudará a robustecer la democracia.

 

 

*Directora de Género y Equidad

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.

Dos Estados Unidos, uno urbano y demócrata vs. otro rural y republicano.

Cada estado con sus reglas

Por: Ana María Aranguren Aranguren

Desde que tengo conciencia política y conocimiento del sistema electoral de los Estados Unidos comprender la estructura y funcionamiento de su proceso de elección de presidente resulta complejo. Cada cuatro años, escuchamos en medios y a los analistas políticos mencionar: colegio electoral, voto popular, voto por correo, swing states (Estados Pendulares) y pensamos ¿cuentan con una ley electoral?, ¿existe una única autoridad electoral que coordine a todos los Estados?, ¿cómo funciona el voto por correo?, ¿por qué todos los ciudadanos no acuden a los puestos electorales? 

La primera respuesta a todas estas preguntas es, Estados Unidos es un estado federado, en el que si bien existen leyes que rigen a todo el país, los Estados también tiene la capacidad de generar y aplicar su propia legislación, esto se refleja en todos los aspectos que rigen la vida y uno de ellos es la elección de presidente. A nivel nacional cuentan con la Ley Ayude a Votar a América a Votar (Help America Vote Act, HAVA) la cual fue aprobada en el año 2002 después de la experiencia vivida en la elección de George W. Bush y Albert Arnold Gore. 

La ley HAVA (por sus siglas en inglés) les brindó a los estados varios elementos clave para mejorar la administración de las elecciones y que los estados implementen programas y procedimientos como la votación provisional, información sobre las elecciones, base estatal de inscripción de datos de inscripción, procedimiento de identificación de lectores y procedimientos administrativos para querellas. Si bien, estas directrices son de corte federal y permiten un buen desempeño del proceso electoral, sin embargo, los estados son quienes deben definir si permiten el voto universal por correo. 

Mucho hemos escuchado acerca de la votación por correo, algunas veces nos gustaría implementar ese sistema en nuestro país, sin embargo, el poder ejercer el derecho al voto a través del correo es una decisión que se toma nivel estatal. Existen dos formas para votar por correo. La primera forma es voto universal por correo lo cual significa que todos los electores reciben de forma automática el tarjetón antes de las elecciones y la segunda forma es el voto por ausencia en el cual el elector tiene que solicitar el tarjetón por correo para que llegue a su domicilio. En algunos de los estados es necesario justificar por qué se solicita el voto por correo, algunas de las razones son: ser parte del ejército, ser mayor de 65 años, estar enfermo o no encontrarse en el estado donde está registrado para votar.

Sin embargo, la situación de la pandemia, modificó el mapa de la votación por correo, y de acuerdo con el New York Times para este año el 76 por ciento de los votantes estadounidenses podrían votar por correo, con los resultados de las elecciones celebradas el 3 de noviembre, estos estados han resultado decisivos tal es el caso de Pensilvania, Michigan y Wisconsin para la elección de presidente.

Si bien, los resultados de la elección aún están por conocerse, el voto por correo ha resultado ser decisorio y más allá de ser una alternativa para ejercer el derecho al voto, se ha convertido en un mecanismo que acerca a la elección a quienes por diversas razones no pueden llegar a las urnas y sin importar su color político deciden participar. 

*Miembro Dirección de Asuntos Públicos y Buen Gobierno

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.

Dos Estados Unidos, uno urbano y demócrata vs. otro rural y republicano.

El respeto por los animales empieza por la educación

Por: Yira Pérez

Quiero iniciar aplaudiendo y proponiendo como ejemplo la iniciativa del diputado nacional de Argentina, Mario Arce, quien presentó ante la Cámara de Diputados un proyecto de ley que busca que se enseñen los derechos de los animales en los colegios, porque es crucial que las personas tomen conciencia desde pequeñas sobre la importancia que tiene el respeto por los seres vivos.

Iniciativas como esta, que ya se implementan en instituciones educativas como las de Aragón, España, entre otras del mundo, son fundamentales para que los niños se comporten responsablemente y tengamos adultos en el futuro conscientes a la hora de interactuar con los animales. Así que definitivamente, todo comienza con la educación y el ejemplo.

Tal vez ya sea hora de que en Colombia se incluya como parte fundamental de la academia el respeto y el amor por estos seres sintientes; con mucha más razón si analizamos las cifras que demuestran que en este país aún falta mucho para que las personas tomen conciencia frente al tema y seriamente: de acuerdo con información suministrada por el Instituto de Protección y Bienestar Animal, hasta agosto de 2020, han atendido más de 3.289 animales que sufrieron algún tipo de violencia.

Así mismo, algunos medios masivos divulgan a diario distintas formas de maltrato en contra de los animales, como es el caso de Aquiles, el perro que murió en las últimas horas luego de ser abusado sexualmente. Con estos actos tan atroces uno se permite pensar: ¿quién es más animal el hombre o el canino? Y ejemplos así son informados a diario, sin mayores sanciones ejemplarizantes por parte de las autoridades.

Por ejemplo, la fundación Amigos del Planeta denunció que las agresiones más crueles hacia las especies se producen en granjas y mataderos, así como las domésticas. 

Los animales, al igual que nosotros, son seres sensibles al dolor y a la crueldad, con la diferencia de que ellos no pueden manifestar ni denunciar la injusticia de la que frecuentemente son víctimas. Por eso, quienes poseemos la facultad de discernimiento y conocemos la servidumbre del dolor tenemos el deber moral de luchar, de forma no violenta, para erradicarlo de la sociedad. Pero también necesitamos que las autoridades den mayor ejemplo de “castigo” y así mismo, que sea lo suficientemente difundido para que las personas se lo tomen en serio.

Para finalizar, vale la pena repasar la Declaración Universal de los Derechos del Animal, ya que allí se explica el porqué de su surgimiento y nos da el listado de derechos que se les deben reconocer y de los cuales se derivan todas las leyes federales, locales y reglamentos alrededor del mundo. Esta fue firmada en Londres, el 23 de septiembre de 1977 y proclamada el 15 de octubre de 1978 por la Liga Internacional de los Derechos de los Animales, las Ligas Nacionales afiliadas y las personas que se asocian a ellas; además, fue aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y posteriormente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU); de ahí se puede partir tanto para endurecer las sanciones como para empezar a fortalecer la educación en busca de proteger a todos los animales. (Link: https://bit.ly/3258WLk).

*Miembro Dirección de Protección Animal

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.

Dos Estados Unidos, uno urbano y demócrata vs. otro rural y republicano.

SIC sanciona a Rappi

Por: Sadi Contreras Fuset

NI MUCHO QUE QUEME EL SANTO NI TAN POCO QUE NO LO ALUMBRE.

La Superintendencia de Industria y Comercio multó por estos días a la empresa RAPPI por considerar, en 11 acápites, que viola las normas de protección al consumidor, la información mínima, la información pública de precios, publicidad engañosa, la disponibilidad de vueltas correctas y cláusulas abusivas en los términos y condiciones aceptados por usuarios y negocios.

Las plataformas de intermediación o de economía colaborativa se conciben como aquellas que permiten el contacto transaccional entre el negocio que oferta bienes o servicios y el usuario o comprador final de los mismos. Bajo ese precepto debe suponerse que no intervienen en la oferta de bienes o servicios porque se convertirían de inmediato en vendedores o prestadores de servicios, característica transaccional que los transformaría en empresas que para su ejercicio deben cumplir con la normatividad vigente en el país en materias tributaria, de habilitación según sea el caso, comercial, laboral y de protección al consumidor.

Dicho lo anterior las plataformas de intermediación o economía colaborativa cumplen su papel con la sola facilitación de conexión entre el ofertante y el comprador actuando como empresas de tecnología, pero sin incursionar o participar de manera alguna en ofrecer la prestación de un servicio o venta de un bien a nombre de la APP, establecer una tarifa para tal fin, captar y administrar dinero con los pagos realizados por el usuario final a menos que la empresa que oferta el bien o servicio se lo ordene por un contrato de mandato para recaudo, contrato en el que solo podría descontar el valor por uso de la APP con unas tarifas pactadas con el negocio ofertante, y sin poder intervenir con la participación de terceros para completar la venta del bien o prestación del servicio requerido por el consumidor final mediante mecanismos de negociación, retribución o vinculación de personal. 

Es decir, según la regulación vigente se es una APP de intermediación o colaborativa, como lo indica su definición, cuando ésta permite el contacto entre los actores de la negociación. En mi opinión cuando participa en alguna de las etapas de la venta del bien o prestación del servicio deja de cumplir la función intermediadora y deja de ser un actor pasivo (intermediador) y se convierte en actor activo en la relación vendedor o prestador del servicio / comprador o contratante del servicio, labor que la actual legislación colombiana no es permitida sin cumplir los requisitos pre establecidos en las normas.

Flexibilizar para equilibrar

Ahora bien, es claro que la normatividad y regulación actual no preveían la incursión de estos nuevos esquemas de relaciones comerciales. Por ende es de entender el comportamiento de la Superintendencia de Industria y Comercio apegados a la reglamentación vigente, pero no por eso deja de ser imperioso el llamado a gritos para que el Congreso de la República entre a cumplir su función de máximo regulador en un mercado que cambió en beneficio del consumidor.

La economía tradicional no riñe con la digital, al contrario se complementan, pero la tarea de acoplar los mecanismos de relacionamiento comercial para el bienestar del ciudadano en el marco de la nueva economía, debe dejar de ser un pacto de lobby político y avanzar en la apertura de alternativas que por medio de la flexibilización de normas y regulación, pero sin perder el control para la protección de los usuarios, trabajadores y formalización, equilibren la participación en el mercado nacional de todos los actores que hacen parte de la cadena para la oferta de bienes y servicios en igualdad de condiciones.

Redefinir el concepto de prestación de servicios, de servicio público, de intermediación comercial, relaciones laborales o de colaboración, habilitaciones, protección de derechos, etc. para alinear una regulación estándar que tan solo establezca las normas básicas, pero que permita la entrada de todos los nuevos actores y la continuidad de los tradicionales prestadores o vendedores en igualdad de competencia, es el reto de un Congreso que desafortunadamente no parece aún entender cómo abordarlo con neutralidad y sin protagonismos. 

Regular solo dos líneas de negocio porque son la noticia, el transporte individual de pasajeros (por uber) y la mensajería expresa (por rappi) no es el camino adecuado. La necesidad es regular para equilibrar la cancha sin el estigma del miedo a los nuevos actores tecnológicos y tampoco la descompensación del libertinaje comercial que desestabilice la competencia leal con los negocios tradicionales. Todos son parte del mercado y por ende todos deben quedar incluidos en una regulación que garantice una oferta con calidad, un excedente del consumidor positivo, variedad para escoger e información completa para la toma de decisiones.

El tiempo y la sapiencia, sin intenciones de figuración, son el gran reto del Congreso. La demora y el afán protagónico solo decantaran en una regulación que confunda el comportamiento de los mercados, la competencia desleal, y como resultado la afectación del bienestar y los derechos del ciudadano o consumidor.

*Director de Regulación de Contenidos Tecnológicos

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.

Dos Estados Unidos, uno urbano y demócrata vs. otro rural y republicano.

Reparar las víctimas, un clamor nacional

Por: Deyder Henriquez 

Colombia ha sufrido uno de los conflictos armados más viejos de Latinoamérica y el mundo, que ha significado la aterradora cifra de 9 millones de víctimas de una guerra interna que aún sigue generando daños y afectaciones.

Las víctimas han resistido ante la ausencia del Estado, las amenazas y actos violentos de todo tipo de grupos armados por el control geopolítico del territorio. La resiliencia se ha convertido en el mejor aliado de las comunidades y familias que han vivido hechos victimizantes. Es importante destacar y reconocer el aporte que han hecho las víctimas al tener la voluntad de transformar el dolor en capacidad para perdonar a sus victimarios y así  avanzar en la construcción de paz. Es por ello, que el Estado tiene la responsabilidad inaplazable de proveer todas las condiciones para que las víctimas accedan de manera integral a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. 

El 20 de agosto de 2020 la comisión de seguimiento y monitoreo a la Ley 1448, publicó su último informe donde advierte sobre algunos incumplimientos a la ley de víctimas y al acuerdo de paz. Menciona esta comisión que “el esfuerzo fiscal del gobierno nacional es insuficiente para atender el universo de víctimas”, y afirma que se necesitarían 357,4 billones de pesos para dar cumplimiento al conjunto de medidas establecidas en esta normativa. 

En la actualidad, solo han sido indemnizadas 1 millón de víctimas de 9 millones de personas incluidas en el RUV. Además, denuncia la comisión de seguimiento que al ritmo que van las indemnizaciones se van a requerir de 50 años para reparar a todas las víctimas. En materia de reparación colectiva, existen 755 Sujetos de Reparación Colectiva, de los cuales solo 156 tienen Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC) aprobados y solo el 2% ha culminado su implementación. Por otro lado, hay demoras en la restitución de tierras, solo 400.000 hectáreas han sido restituidas de más de 5 millones de hectáreas por restituir a las víctimas. En este tema, es preciso aclarar que la restitución per se no es suficiente, se hace necesario inversión en proyectos productivos y seguridad para crear mínimamente las condiciones para que  las familias puedan desarrollar sus economías y proyectos de vida. 

Es urgente aumentar el presupuesto para reparar la totalidad de las víctimas, resolver las solicitudes de restitución de tierras, cumplir con el acuerdo de paz integralmente, darle voz a las víctimas en el Congreso de la República a través de las circunscripciones de paz, proteger la vida de los líderes sociales, y sobre todo cumplir con las garantías de no repetición.

¿De dónde sacar los 357 billones de pesos?

Miles de colombianos y colombianas guardan las esperanzas de que el gobierno pueda destinar  una gran cantidad de recursos de la guerra para ser invertidos en la Paz y la reparación a las víctimas. Debemos convertir los derechos de las víctimas en un clamor nacional, por lo que es necesario convocarnos a un gran acuerdo nacional sobre la base de que la reparación a las víctimas es una condición necesaria para alcanzar la Paz.

*Miembro Dirección de Construcción de Paz

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress

Error: No hay cuenta conectada.

Por favor, ve a la página de ajustes de Instagram Feed para conectar una cuenta.