Por: Ana María Aranguren Aranguren
Desde que tengo conciencia política y conocimiento del sistema electoral de los Estados Unidos comprender la estructura y funcionamiento de su proceso de elección de presidente resulta complejo. Cada cuatro años, escuchamos en medios y a los analistas políticos mencionar: colegio electoral, voto popular, voto por correo, swing states (Estados Pendulares) y pensamos ¿cuentan con una ley electoral?, ¿existe una única autoridad electoral que coordine a todos los Estados?, ¿cómo funciona el voto por correo?, ¿por qué todos los ciudadanos no acuden a los puestos electorales?
La primera respuesta a todas estas preguntas es, Estados Unidos es un estado federado, en el que si bien existen leyes que rigen a todo el país, los Estados también tiene la capacidad de generar y aplicar su propia legislación, esto se refleja en todos los aspectos que rigen la vida y uno de ellos es la elección de presidente. A nivel nacional cuentan con la Ley Ayude a Votar a América a Votar (Help America Vote Act, HAVA) la cual fue aprobada en el año 2002 después de la experiencia vivida en la elección de George W. Bush y Albert Arnold Gore.
La ley HAVA (por sus siglas en inglés) les brindó a los estados varios elementos clave para mejorar la administración de las elecciones y que los estados implementen programas y procedimientos como la votación provisional, información sobre las elecciones, base estatal de inscripción de datos de inscripción, procedimiento de identificación de lectores y procedimientos administrativos para querellas. Si bien, estas directrices son de corte federal y permiten un buen desempeño del proceso electoral, sin embargo, los estados son quienes deben definir si permiten el voto universal por correo.
Mucho hemos escuchado acerca de la votación por correo, algunas veces nos gustaría implementar ese sistema en nuestro país, sin embargo, el poder ejercer el derecho al voto a través del correo es una decisión que se toma nivel estatal. Existen dos formas para votar por correo. La primera forma es voto universal por correo lo cual significa que todos los electores reciben de forma automática el tarjetón antes de las elecciones y la segunda forma es el voto por ausencia en el cual el elector tiene que solicitar el tarjetón por correo para que llegue a su domicilio. En algunos de los estados es necesario justificar por qué se solicita el voto por correo, algunas de las razones son: ser parte del ejército, ser mayor de 65 años, estar enfermo o no encontrarse en el estado donde está registrado para votar.
Sin embargo, la situación de la pandemia, modificó el mapa de la votación por correo, y de acuerdo con el New York Times para este año el 76 por ciento de los votantes estadounidenses podrían votar por correo, con los resultados de las elecciones celebradas el 3 de noviembre, estos estados han resultado decisivos tal es el caso de Pensilvania, Michigan y Wisconsin para la elección de presidente.
Si bien, los resultados de la elección aún están por conocerse, el voto por correo ha resultado ser decisorio y más allá de ser una alternativa para ejercer el derecho al voto, se ha convertido en un mecanismo que acerca a la elección a quienes por diversas razones no pueden llegar a las urnas y sin importar su color político deciden participar.
*Miembro Dirección de Asuntos Públicos y Buen Gobierno