El ingreso

El ingreso

Por: John Jairo Ocampo

 

En los últimos tres meses han corrido ríos de tinta en los medios escritos y millones de megas en conferencias por internet de expertos que escriben y opinan sobre las fórmulas para superar la crisis.

Aparecen propuestas muy sofisticadas, muy buenas teorías y mucho populismo, como el de emisoras que promueven15 días sin IVA. Pero pocas se concentran en lo que debe ser la prioridad en la sociedad: El INGRESO.

Esa palabra corta, pero contundente, es motor de los hogares, del comercio, de la producción y de la economía en su conjunto. Sin ingreso nada se puede hacer para soportar la dinámica de un país.

Y es el ingreso la palabra que debemos aprender a conjugar de aquí en adelante. Los verbos claves, en mi concepto, son: Mantener, Cuidar y Recuperar.

Esto aplica para los hogares como para el Gobierno. Guardadas las proporciones todos deben cuidar el bolsillo y evitar caer en tentaciones de gastos innecesarios y muchas veces mal direccionados.

Vamos por partes. MANTENER el ingreso es esencial para los que no la han perdido. Como lo han revelado muchos estudios hay entre 10 y 12 millones de colombianos que aún mantienen su ingreso.

Entre estos están los trabajadores y contratistas del sector público, empelados de la agricultura, de los servicios públicos, de las comunicaciones, supermercados, hipermercados, de la salud, entre otros más.

Estos trabajadores, que hoy gozan del ingreso, deben hacer todos los esfuerzos para mantenerlo. En medio de esta crisis los que no han perdido su trabajo son muy afortunados.

Sé de muchas empresas, entre ellas varios medios de comunicación, que han planteado la necesidad de reducir salario a sus trabajadores Es un dilema complejo entre bajarse el sueldo o perder el empleo.

Traigo a la memoria una de las hipótesis del entonces ministro de Minas del gobierno Pastrana, Luis Carlos el “Chiqui” Valenzuela, quien en un debate a las regalías les dijo a los parlamentarios que si no se ajustaba el porcentaje que se transfiere a las regiones se pondría en riesgo la permanencia de muchas multinacionales en el   país y les hizo esta cuenta:  1×0=0, si se van, y 1×1=1 si se quedan.

Cada trabajador, ni más faltaba, está en su derecho de escoger entre un ajuste temporal de su salario o perder el empleo. Eso sí, lo más importante es que estas medidas sean por unos pocos meses, y no se vuelva permanente entre los empresarios.

El otro verbo a conjugar es CUIDAR. Los que aún tienen ingreso deben ser muy cuidadosos a la hora de gastar. Si bien al estar confinados se reducen costos en transporte, comida fuera del hogar o en una que otro vento social, se suben otros gastos como servicios públicos y el mercado mensual.

Es necesario, en estos momentos tan críticos, ser cuidadosos con el gasto. Hoy cuando se está más expuesto a las tecnologías el bombardeo por redes de productos y servicios es abrumador. Para eso es que sirven las redes, para que con la inteligencia artificial y el Big-Data, lleguen mensajes promocionando cosas que uno pensó en algún momento comprar pero que ahora no son una prioridad.

Ojo con el uso de las tarjetas de crédito y las deudas en general. Hay que medir bien la capacidad del bolsillo. A manera de recomendación, si usted tiene comprometido el 30% de sus ingresos en deudas debe frenarse. Por ejemplo, si gana 1 millón de pesos y paga en créditos más de 300 mil pesos está en problemas y debe apretarse el cinturón.

Por último, el otro verbo es RECUPERAR el ingreso. Este es el gran reto para las familias y para el Gobierno. Hay millones de colombianos, que desde antes de la de crisis estaban desempleados y en la informalidad, pero lo más preocupante es que esas cifras van en un demoledor ascenso. En solo marzo 1.6 millones de personas dejaron de trabajar.

Han sido bien intencionados los esfuerzos del Gobierno para lograr que la gente más vulnerable tenga su ingreso.

Pero hay cosas que no han funcionado como se esperaba. Las garantías a los créditos para empresas no resultaron tan efectivas porque los bancos no asumieron riesgos y vetaron sectores que no han recibido un peso durante la cuarentena. Tampoco es eficiente porque dada la iliquidez de esas pequeñas empresas y la demora en la recuperación, endeudarse no es la mejor opción.

Lo del auxilio a la nómina se hizo tarde y es muy limitado. Como han dicho los empresarios “algo es algo, peor es nada”. Lo que sucede es que las empresas con cero pesos de ingresos no tienen opción distinta que suspender contratos o despedir personal. Un apoyo de 40% del salario mínimo no es suficiente ante la imposibilidad de pagar el 60% adicional más los aportes a la seguridad social.

Para recuperar el ingreso la clave pasa por una estrategia agresiva de generación de empleo. En eso el Gobierno se la debe jugar por un ambicioso plan de inversión dirigido a los sectores más intensos en la demanda de mano de obra.

Subsidios a la compra de vivienda que dispare la construcción, la inyección de recursos a los proyectos viales e infraestructura, presionar a la baja de tasas de interés de los bancos para los créditos de consumo y apoyo a todos los proyectos que generen empleos deben ser la prioridad.

Pero no todo lo puede hacer el Gobierno. Es muy importante también que las empresas, que durante años han acumulado billonarias ganancias, hagan también su esfuerzo. Las empresas deben aportar y no con donaciones que al final les representan más beneficios tributarios.

Las grandes compañías tienen billonarias utilidades acumuladas y es bueno que asuman un verdadero sentido de apoyo para que los hogares puedan recuperar el ingreso.

En la medida que haya ingreso, hay consumo. Si hay consumo se mueve el comercio. Si se mueve el comercio hay producción y si hay producción hay empleo y si hay empleo hay ingreso. Ese es el circulo al que hay que apostarle.

 #ConTodoRespeto: Como van las cosas nos tendremos que acostumbrar al efecto acordeón. Abra y cierre la cuarentena. Como van las cifras me temo que en junio tendremos que ver otros 14 días de aislamiento obligatorio y estricto.

*Periodista especializado en Economía. Director de Medios de Comunicación y Libertad de Prensa

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La vida humana en el internet #mividaeninternet

Por: Juan Manuel Ramírez


Desde la creación del primer módem de internet, por parte de la compañía Bell; el inicio de ARPA, del Ministerio Estadounidense de Defensa de ideas relativas a una red global de computadores; y el anuncio público de la Word Wide Web (www), hasta llegar a una nueva era histórica, como lo es la cuarta revolución,  estamos viviendo un cambio fundamental en nuestras vidas que es, no solo el internet en la vida humana, sino la vida humana en el internet.

Era impensable que actividades como trabajar, ver televisión, educarnos, cocinar, ubicarnos, conciertos, comprar productos, enamorarnos entre otras actividades muy humanas, se desarrollen sin nuestra presencia física a través de todos nuestros sentidos. Pero casi desde el nacimiento de internet, una serie infantil: los supersónicos de los años 60´s , recreaban nuestro mundo y nos permitió experimentar imágenes de teletrabajo, clases online, compras digitales, telemedicina y muchos más avances que eran ciencia ficción pero que hoy son una realidad.

El internet llego para ser parte de nosotros, pero lo que estamos experimentando ahora es nuestra vida a través del internet y este fenómeno se ha potenciando aún más con el gran número de dispositivos móviles, internet de las cosas, crecimiento de la economía digital, el big data y en especial, las plataformas digitales.

Las plataformas, con las que que vivimos y convivimos,  son estructuras muy diversas, al incluirse las redes sociales, los motores de búsqueda, portales de servicios de pago o de contenidos audiovisuales, que componen las empresas digitales más importantes en la economía digital como Google Search, Wechat, Amazon, Twitter, Waze, TikTok, Facebook, Netflix, Uber, y otras de origen nacional como Rappi, no solo representan másde $60 billones de dólares en ingresos para el año 2025 sino se componen como un eje fundamental para el desarrollo económico de todos los países y de las personas.

La influencia de las plataformas ,como destaco no solo es la económica y los retos que le generan a los mercados tradicionales, sino que están transformando nuestras vidas en sentido digital al utilizar los humanos estas herramientas para ser más productivos y dinámicos no solo en nuestros trabajos o educación sino en nuestros actividades más humanas como enamorarnos, comer y divertirnos.

Por lo tanto, el sentido que le estamos dando al internet a través de las plataformas es humanizarlo ,y no esta mal, ya que nos ha permitido estar siempre acompañados, y participando activamente aun en nuestros eventos sociales y celebraciones, lo que ha sido un impacto para todos ya que considerábamos que cumpleaños, asistir a conciertos y demás eventos sociales solo eran válidos en nuestro pensamiento, si asistíamos presencialmente.

Este aislamiento nos enseñó que el internet nos acompaña no solo en el trabajo, estudio y servicios médicos, sino ahora en nuestra vida. Depende de como la utilicemos, esta nos puede proporcionar un gran tesoro que es tener herramientas para pasar más tiempo para invertir con nuestras familias.

Aunque esta humanización del internet y las plataformas no es fácil, ya que no estamos acostumbrados a lo digital,  puesto que en el transcurso de nuestra historia, las actividades y sentimientos humanos son fructíferos. Este cambio debemos afrontarlo, no dejando nuestra vida solo en un plano digital porque todo extremo es negativo pero si afrontando esta nueva realidad aprovechando las nuevas tecnologías.

Es un tiempo para transformarnos, para aprovechar lo que nos ofrece el internet y ponerlo en práctica para buscar el bien general. Desde nuestros niños incentivando la programación en ellos, como en colocar todos nuestros esfuerzos en cerrar las brechas digitales, porque todos tenemos el derecho como humanos a acceder al internet en igualdad de condiciones.

 

 

*Director TIC

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Empatía, valor del que carece la Dimayor

Por: David Pombo
Como algunos saben soy futbolero, pertenezco desde hace 19 años a una barra futbolera y popular en Santa Marta. Desde el 2005 decidí estudiar sobre los fenómenos sociales alrededor del fútbol y la construcción de identidades que surgen en medio de la pasión que despierta este deporte. Así logré mi tesis de pregrado en antropología “Fútbol, identidades juveniles y barras bravas en Santa Marta». Recientemente participo como vocero de la barra a la que pertenezco en el Colectivo Barras Colombianas por la Convivencia, proceso en el que confluyen veinte barras futboleras de todo el país, la mayoría de equipos de primera y segunda división del Fútbol Profesional Colombiano (FPC).

Estos espacios me han permitido formar un sentir sobre el fútbol como pasión, alegría, carnaval e identidad. En la actualidad, el fútbol despierta distintas opiniones, dando como resultado que sea concebido en muchos casos como mercancía, gremio e industria en el mundo del libre mercado en la globalización; así mismo en el mundo de los medios de comunicación, del espectáculo y las redes sociales. Brindo este contexto de mi relación con el fútbol para quienes lleguen a este artículo sepan que estoy escribiendo desde la orilla de un aficionado al fútbol, de un hincha, de un barrista, y si quieren también, desde la mirada de un cliente que reclama a su proveedor, ¡empatía!

Sí, ¡empatía!

La División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) actúa como entidad administrativa y reglamentaria del FPC, asocia a todos los equipos profesionales (36) de fútbol en Colombia para actuar y tomar decisiones como gremio económico y deportivo. Esta entidad como encargada de reglamentar y administrar los torneos del fútbol colombiano (Liga BetPlay, Torneo BetPlay, Copa BetPlay y Liga Femenina) es el principal interesado en la reanudación del FPC en el marco de la pandemia y las medidas de cuarentena. Recientemente ha copado la atención de un sector de la opinión pública nacional, debido a las constantes declaraciones y pronunciamientos de su presidente Jorge Enrique Vélez, y de algunos de sus afiliados como Eduardo Méndez, presidente de Santa Fe, entre otros dirigentes del fútbol en Colombia. Sin embargo, en esta columna no quiere profundizar sobre las declaraciones y sus contenidos, lo que pretende es resaltar la escasa empatía de esta entidad con quienes somos sus grupos de interés o stakeholders y que se agudiza con la emergencia sanitaria del COVID19.

La Dimayor en su afán de convertir el fútbol en un producto comercializable, se ha olvidado de quienes consumimos de este deporte, me refiero al hincha, las barras y los aficionados en general. Su interés mercantilista lo llevó a fracasar en su intento de transmitir el FPC por televisión cerrada en su canal Win Sport +, el cual no es más que la muestra del interés por sacar a las hinchadas de los estadios y convertir en el fútbol en un paquete de televisión por suscripción.

Desde la orilla de los aficionados este interés solo va en detrimento de la fiesta futbolera, esa que cada fecha organiza a los hinchas y barras del fútbol, razón por la que los aficionados y opinión pública futbolera decidieron emprender la campaña “Lo pagará su madre” que ha sido una acción espontanea en contra de los intereses de la Dimayor y algunos de sus miembros por establecer el canal privado Win Sport +.

Sobre la empatía, para el caso de la Dimayor también vale la pena mencionar las últimas intervenciones de su presidente respecto al “Protocolo de salubridad para la reactivación del fútbol profesional” en medio de la pandemia, que en todo caso constituían medidas cuyo único propósito consistía en iniciar competencias a puerta cerrada en junio en todos los estadios del país, 300 personas máximas por cada partido, pruebas COVID cada 72 horas para futbolistas y cuerpo técnico.

Como era de esperarse, estas medidas fueron rechazadas de manera contundente por parte del Gobierno Nacional que a su vez puso en consideración la reanudación del fútbol siempre y cuando se realice de manera localizada en cuatro o cinco ciudades del país, las cuales deben seleccionarse de acuerdo con su situación epidemiológica. A propósito de lo anterior, otro de los casos sonados recientemente tiene que ver con el contrato que se pretendía firmar con la empresa canadiense Athletics & Healt el cual fue objetado por la Comisión de Mercadeo de la Dimayor (algunos dirigentes de la oposición al presidente de esta entidad), precisamente por ser una empresa de papel que solo está interesada en facturar el jugoso contrato con la organización del fútbol en Colombia.

Estos hechos muestran evidentemente el interés descomedido de la Dimayor, y especialmente de quien dirige la entidad, quien al parecer pretende tratar el fútbol como mercancía empaquetada en televisión, incluso con su novedosa y contingente propuesta de la eLiga o Liga PS.

Me pregunto si la Dimayor ha hecho por lo menos un estudio de marketing con quienes consumimos el fútbol, sobre qué nos interesaría que sucediera con él, o si ha consultado a las barras futboleras que son fieles consumidores del fútbol colombiano, sobre cómo están pensando la liga y la copa Poscuarentena o Pos-Covid, ¡la respuesta es NO! No han sido consultados porque precisamente el interés que ha mantenido siempre la Dimayor e incluso la FCF en complicidad con algunos medios, es sacar del fútbol a la afición para que no se conviertan en riesgos sociales o políticos para el negocio del fútbol. No obstante, se olvidan de que como partes involucradas o interesadas tenemos mucho más que aportar y no la idea de poner en riesgo al mercado del fútbol. Es por esto que levanto la voz, exigiendo a esta entidad un mejor relacionamiento, reciprocidad, comunicación y empatía con sus grupos de interés.

En esta misma línea, las constantes intervenciones en medios de comunicación por parte de Ernesto Lucena, Ministro del Deporte, y que en repetidas ocasiones le ha dicho a los dirigentes del fútbol que lo primordial es la salud de los jugadores y de quienes pertenecen al ecosistema del fútbol, pidiéndoles que sean pacientes, argumentando que no solo el fútbol se ha visto afectado por el COVID19, sino todas las disciplinas deportivas, las cuales  han postergado sus competencias a nivel orbital, nacional y local.

De acuerdo con esto, podemos decir que el ministro Lucena ha mantenido ese interés por ser empático con todos los deportistas, medios, gremios y demás actores del mundo deportivo, a pesar de las dificultades económicas que esta coyuntura genera, está anteponiendo primero la salud de los deportistas, sus familias y de la afición futbolera en general.

Para finalizar y no olvidarnos de la realidad actual del deporte, especialmente el fútbol y el mundo del espectáculo, considero que han sido muchas las opiniones sobre el futuro inmediato del fútbol en Colombia, o sobre el futbol poscuarentena y de todas ellas me quedaría con aquella en la que se le da un peso importante a la salud de los futbolistas y sus familiares, privilegiando el regreso de este deporte con afición posterior a la existencia de una vacuna.

*Director Localidad Santafé y Candelaría.

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Educación virtual universitaria: ¿Estamos preparados para ella?

Educación virtual universitaria: ¿Estamos preparados para ella?

En este WEBINAR, moderado por David Luna, nos acompaña Felipe Montes, Director de la Maestría en Análisis de Datos de la Universidad de los Andes; Valentina Mejia, estudiante de la Universidad Javeriana; Alberto de Castro, Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Norte; y Juliana Vernaza, Directora de Educación de AlCentro. ¿Estamos listos para la educación virtual universitaria?