Por: David Luna
dluna@mit.edu
En la columna pasada mencioné los dos temas de urgencia para Bogotá: movilidad y seguridad. Hoy quiero hacer referencia a otros, que no son menos importantes, y que requieren un espacio prioritario dentro de la agenda pública.
En Colombia se desperdician 9,7 millones de toneladas de comida al año, mientras 54% de la población vive en inseguridad alimentaria. Buena parte de dicho porcentaje está en Bogotá. Por eso sugiero tomar la bandera en la implementación de estrategias innovadoras como el desarrollo de mercados barriales, agricultura urbana e incluir al sector privado para que comprometerlos y garantizar la accesibilidad a alimentos saludables y a precios posibles. Debemos seguir fortaleciendo la alianza con los bancos de alimentos. También implementar las neveras comunitarias que estarían en las tiendas de los barrios y los vecinos podrían surtirlas con alimentos que creen que no van a consumir y que están en buenas condiciones para que quienes necesiten y quieran tomarlos.
En cuanto al fortalecimiento de la educación superior, es indispensable en Bogotá aumentar los cupos en educación superior en virtud de que solo una de cada dos personas tiene la posibilidad de llegar a ella. Para lograrlo hay que tener de aliado a la tecnología y la infraestructura escolar hoy existente. De esa manera podemos poner todos los salones al servicio de la universidad en horas de la noche utilizando tecnologías en plataforma dedicadas para ello con profesorado auxiliar o asistente, es decir, tecnología asistida.
Adicionalmente, necesitamos más empleos y para eso debemos ser más productivos, con las mismas personas lograr hacer más y con menos horas en la oficina poder tener mejores resultados. Para lograr este cometido es necesario convencernos de que el teletrabajo es una alternativa. Hay que dejar atrás el mito que se ha tejido alrededor de esta modalidad laboral. El teletrabajo facilita las cosas para el empleado, le permite compartir con su familia, invertir menos tiempo en desplazamientos, aporta a disminuir la huella de carbono, disminuir el estrés y claro, todo esto impacta en una mejora importante en la calidad de vida que se traduce en ciudadanos más felices y productivos. El teletrabajo es una opción que además funciona como incentivo.
Hay otro tema de gran relevancia y es el ambiental. En Bogotá la vegetación está distribuida de manera muy desigual. Tenemos aproximadamente 1,3 millones de árboles y un promedio de seis habitantes por cada árbol, cuando lo recomendado por la OMS es de tres por habitante. Eso a nivel distrital, a nivel local hay localidades como Bosa donde hay 20 habitantes por árbol, mientras que en Chapinero hay tres habitantes por cada árbol. Necesitamos plantar un millón de árboles de manera inteligente y para eso necesitamos apoyarnos en tecnología.
La calidad del aire también debe preocuparnos. La contaminación en el aire nos enferma a todos, por eso hay que implementar soluciones como sensores de polvo, inteligencia artificial para controlar la calefacción y aumentar la eficiencia energética, pavimentos fotocatalizadores, purificadores de aire, entre otros, que ya se usan en otros lugares.
Estas son pequeñas sugerencias sobre temas fundamentales y prioritarios que todos podemos impulsar para lograr cambios en Bogotá. Sobre esto, mas que sobre cualquier otra cosa, los candidatos deben pronunciarse porque es lo verdaderamente urgente que necesita la ciudad.