Por: María Fernanda Quiñones
La analítica cobra especial relevancia en la industria del comercio electrónico gracias a su pertinencia para identificar las tendencias y los cambios en el comportamiento de los consumidores. Lo que permite a su vez, adoptar estrategias para aumentar el rendimiento de las ventas en línea.
Previo al inicio de 2021 se predecía que la analítica sería una de las tendencias del comercio electrónico para el año. El pronóstico ha sido acertado. La analítica se ha convertido en una herramienta cada vez más importante para las empresas y marcas con presencia en Internet, debido a su potencial para comprender los hábitos de compra de los internautas y facilitar la toma de decisiones basadas en datos.
De acuerdo con eMarketer, empresa de investigación de mercado, aunque los consumidores son cada vez más entusiastas al realizar sus compras en línea, el sector presentará un desaceleramiento sustancial en 2021 a causa del regreso paulatino al comercio físico. Según cifras de su reporte “Global Ecommerce Update 2021”, el comercio electrónico mundial se acercará a los $5 billones este año. En Colombia, el crecimiento anual será de 16% comparado con 2020, según estimaciones que realizamos desde la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE).
Para mantener estas perspectivas de crecimiento, la analítica es fundamental. Estas son algunas de las maneras en las que puede impactar al sector del comercio electrónico:
Facilita el conocer al cliente: Los datos capturados permiten conocer quiénes son los clientes, cuáles son sus hábitos de consumo, entender qué desean, los productos que les interesan, sus búsquedas en Internet y cómo conectar con ellos, información de valor en las estrategias de comercialización y comunicación.
Mejorar la experiencia del cliente: A través de la medición y el análisis de los patrones en los datos es posible detectar brechas en las etapas del proceso de compra (descubrimiento, adquisición, conversión y retención) para solucionar los inconvenientes.
Ofrecer experiencias de compra personalizadas: La información obtenida a través de la analítica brinda a las empresas una visión del comportamiento histórico de cada uno de sus clientes. Estos datos favorecen la personalización a escala del proceso de compra, una estrategia que aumenta de 10% a 30% los ingresos y satisface al cliente a largo plazo de acuerdo con una investigación de la consultora en gestión estratégica, McKinsey & Company.
Evaluar los índices de satisfacción del usuario: Tras la implementación de diferentes estrategias, la analítica posibilita entender el nivel de complacencia del cliente con los cambios y adaptar las tácticas en pro de una mayor satisfacción.
Realizar ofertas diferenciadas: Basados en algoritmos predictivos, las empresas pueden recomendar productos y contenidos de valor para cada usuario, mejorando su “engagement” con la marca, en lugar de saturarlos con mensajes y ofertas poco relevantes.
Gestionar eficientemente la cadena de suministro: Predecir la demanda de productos es otra de las ventajas que ofrece la analítica. Analizar los datos demográficos, los patrones de compra e, incluso, las fechas especiales para el comercio es esencial para planificar y administrar el inventario eficientemente, cumpliendo con las expectativas del cliente.
El comercio electrónico es una industria que evoluciona rápidamente con los cambios en los comportamientos de los consumidores y las tecnologías emergentes. Es por ello que la analítica se convierte en un elemento indispensable para reunir datos en tiempo real que favorecen la toma de decisiones en las diferentes etapas del proceso de compra.
Debemos entender la analítica como un aliado para el sector, que transforma el modo en el que opera el comercio electrónico y le ayuda a definir estrategias inteligentes según los cambios del mercado y los nuevos hábitos de consumo.
*Columnista Invitada – Presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico